2040 traerá consigo supermercados transformados, Hablamos de eso aquí. Sin embargo, más allá del contexto, lo que realmente podría marcar la diferencia no es la tecnología, sino el departamento de carnes.
De hecho, junto a los cortes tradicionales de carne de res y pollo, los espacios más grandes albergarían paquetes etiquetados como "carne cultivada" y "alternativa vegetal". Este es el futuro previsto (por años) por analistas de varios sectores: un futuro en el que la carne no necesariamente provenga de un animal.
El cambio inevitable
La trayectoria que nos separa de los escenarios de 2040 no se desarrollará de la noche a la mañana. Será un proceso gradual, impulsado por una creciente conciencia del impacto ambiental de la industria cárnica y el deseo de encontrar alternativas sostenibles.
los tradicionales alternativas veganas y los vegetarianos como el tofu y el seitán, ya han encontrado su lugar en los corazones (y platos) de muchos. Pero no han perjudicado a la industria cárnica, un gigante de un billón de euros.
Los primeros cambios de juego se produjeron como Mas alla de la hamburguesa y carne cultivada. ¿Por qué? Bueno, porque tienen un sabor similar al de la carne tradicional, pero también porque son mucho más sostenibles. En resumen: no más agricultura intensiva, no más emisiones de metano y una reducción drástica del uso de la tierra y el agua.
Un bocado para el planeta
Hay una cuestión aún mayor en juego: cómo alimentar a la creciente población mundial. Podemos observar una estabilización de la población mundial (o una reducción) hacia finales de siglo, pero las previsiones más “a corto plazo” son de diferente naturaleza. Y nos dicen que pasaremos de 7,6 millones en 2018 a 10 millones en 2050.
Para ello debemos encontrar soluciones innovadoras y sobre todo saludables y nutritivas. para mi eso yo nunca comeria insectos Las alternativas a la carne son una perspectiva que podría ser interesante. Y estoy en buena compañía.
La carne del futuro está aquí.
Los expertos dicen que la carne cultivada ya ha comenzado a funcionar y se vuelve cada vez más asequible y sostenible a medida que crece la industria.
Hay una revelación que podría sorprenderte: tal vez el cambio real no se trate sólo de lo que ponemos en nuestros platos, sino de cómo vemos nuestro papel en el mundo. Cada bocado de carne cultivada o hamburguesa vegetariana no es sólo una elección gastronómica, sino un paso hacia un futuro donde la humanidad y la naturaleza convivan en armonía.