La carne cultivada, producida en un laboratorio mediante el cultivo de tejido muscular a partir de células madre, se ha propuesto como una alternativa más sostenible y respetuosa con los animales a la carne tradicional. Sin embargo, un estudio reciente realizado por Derrick Risner de la Universidad de California (lo enlazo aqui) revela que el impacto climático de la carne cultivada podría ser de 4 a 25 veces mayor que el de la carne de vacuno, a menos que se encuentren soluciones más sostenibles.
Un análisis del ciclo de vida de la carne cultivada
Los investigadores realizaron un análisis del ciclo de vida de la carne cultivada, estimando la energía utilizada en cada etapa de la producción actual. Descubrieron que el "caldo de cultivo" con nutrientes utilizados para cultivar células animales tiene una gran huella de carbono. contiene componentes como azúcares, factores de crecimiento, sales, aminoácidos y vitaminas, todos los cuales tienen costos energéticos. Cada componente debe purificarse con técnicas de uso intensivo de energía, como la ultrafiltración y la cromatografía, para evitar la contaminación bacteriana en el caldo, lo que hace que el proceso consuma aún más energía.
Estudios previos negados
Un estudio previo de fregadero de cuero en CE Delft (financiado en parte por el Good Food Institute), había estimado una huella de carbono más baja para la carne cultivada que para la carne de vacuno, pero basándose en un futuro hipotético en el que los componentes de grado farmacéutico fueran reemplazados por piensos". El Good Food Institute argumenta que las empresas de carne "sintética" se están moviendo hacia un abastecimiento adecuado para la producción de alimentos. ¿Parábola predecible o simple ilusión? No puedo decírtelo. Pero es bueno contar las cosas como son, y distinguir transparentemente entre realidad y perspectiva.

Carne cultivada e impacto ambiental: ¿cómo solucionar el problema?
Otra opción para reducir la huella de carbono de la carne cultivada podría ser el uso de energías renovables para alimentar fábricas y cadenas de suministro. Sinke cree que esto podría ayudar a mitigar el impacto climático de la producción de carne cultivada. Sin embargo, el asunto está lejos de ser simple. Antes de pasar a la producción a gran escala, es crucial abordar los problemas de energía y sostenibilidad de la carne cultivada. Risner señala que ya se han invertido $ 2 mil millones en esta tecnología, pero aún no está claro si realmente generará beneficios ambientales.
¿Cultivando un futuro más sostenible?
La carne cultivada plantea un gran desafío para nuestro futuro alimentario. Si esta tecnología se desarrolla de manera justa, ética y ecológica, podría salvar vidas y cambiar literalmente la historia de la agricultura. y granjas. Pero es importante, de hecho, afrontar este desafío con seriedad y no con entusiasmo fácil o actitudes de luditas apocalípticos. De momento, y todo hay que decirlo, su impacto ambiental podría ser superior al esperado. La investigación y la innovación serán cruciales para hacer que esta tecnología sea verdaderamente sostenible y para garantizar que nuestro apetito por la carne no perjudique más a nuestro planeta.