Existe un futuro posible en el que la carne que acaba en tu plato no procede de una granja. Es la posibilidad que ofrece la carne cultivada en laboratorio, una tecnología emergente que promete ser la clave para abordar algunos de los mayores desafíos ambientales y de salud de nuestro tiempo.
¿Qué es la carne cultivada en laboratorio?
Mientras que el alternativas vegetales a la carne Aunque han aparecido en los titulares en los últimos años, los avances en la carne cultivada en laboratorio han sido igualmente dramáticos. Esta tecnología utiliza biorreactores para "cultivar" células cárnicas, eliminando la necesidad de criar y sacrificar animales. La carne cultivada en laboratorio no es sólo una novedad gastronómica: se presenta como una solución potencialmente revolucionaria a los problemas ambientales y de salud. Algunas estimaciones lo atribuyen a la industria cárnica. aproximadamente el 18% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. La carne cultivada en laboratorio podría reducir drásticamente estas cifras. Un análisis de la Universidad de Oxford y la Universidad de Amsterdam estima que, en comparación con la carne tradicional, la carne de laboratorio podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 96%, utilizar entre un 7% y un 45% menos de energía y reducir el uso de tierra y agua hasta un 99%.
Eso sí, no es oro todo lo que reluce
Hay muchos desafíos que enfrentar. El primero, que no es necesariamente el más grande, es el costo. Actualmente, la carne de laboratorio es significativamente más cara de producir que la carne convencional, debido principalmente a la inmadurez tecnológica de esta solución. Como ocurre con cualquier otra cosa, si la tecnología alcanza una escala suficiente, se puede esperar que los costos disminuyan. Otro desafío es el percepción pública. Muchos consumidores se muestran cautelosos y preocupados por la seguridad de la carne de laboratorio, lo que podría afectar su aceptación. Tercer y último desafío, evidentemente el crucial: el desempeño a corto y largo plazo para la salud del consumidor. También se necesitan certezas en este sentido (especialmente en el nivel nutricional). En el nivel de seguridad, ya destaca un hecho positivo: la posibilidad de eliminar los antibióticos utilizado hoy en día para criar animales).
en 2008, el costo para generar 250 gramos de carne cultivada en laboratorio fue de aproximadamente Un millón de euros. en 2015, este precio había bajado a 250.000 euros. En la actualidad, se coloca el gasto por la misma cantidad de carne entre 13 y 15 euros.
fuente
El potencial permanece
Sin perjuicio de la necesidad de afrontar y superar todos los desafíos representados, la carne cultivada en laboratorio podría mejorar la seguridad alimentaria al proporcionar un medio de producción de carne más sostenible y escalable. Con una población mundial en crecimiento y una demanda de productos cárnicos, la presión sobre el ganado tradicional ya es alta. La carne de laboratorio podría abordar estos desafíos proporcionando una fuente constante de carne que dependa mucho menos de la disponibilidad de tierra y agua.
A la espera de nuevos avances, la carne en el laboratorio sigue siendo un área de investigación prometedora: un tema que nos intriga y nos empuja a reflexionar sobre cómo se pueden utilizar la ciencia y la tecnología para crear un mundo mejor.