¡Buenos días queridos! ¿Qué pasa? Hoy no es una mañana como cualquier otra. Mientras el café recorre la cafetera moka, deja que te lleve en un viaje en el tiempo. Esta mañana, de hecho, no ponemos la mesa con los habituales bizcochos ni con el clásico zumo de naranja. Hoy demos un salto hacia el año 2050 y descubramos juntos qué podría terminar en nuestro plato de desayuno.
Un mundo cambiante
El mundo está cambiando y con él nuestra alimentación. El cambio climático, el crecimiento demográfico y la necesidad de una producción de alimentos más sostenible están transformando la forma en que cultivamos, producimos y consumimos alimentos. Y el desayuno, la comida más importante del día, no es una excepción.
¿Recuerdas cuando el desayuno significaba croissant y capuchino para algunos? ¿O huevos revueltos y tocino crocante, para otros? Bueno, en 2050 puede que ya no sea así. Segundo hannah ritchie, investigador de la Universidad de Oxford, producción mundial de alimentos podría sufrir una caída del 21% debido al cambio climático. Esto significa que muchas de nuestras comidas favoritas (piense en chocolate o al. café, pero no solo) podría volverse más raro y más caro. Nuestra culpa también: un tercio de la comida. se desperdicia, y el sistema alimentario ya es insostenible.
Pero no te preocupes, el futuro del desayuno no es tan sombrío como parece. De hecho, podría ser mucho más interesante y sabroso de lo que imaginamos. ¿Qué tal algunos insectos? No estoy bromeando. Este es un blog que odia el insectos como alimento, aunque no halle nada en contra de su adopción, mientras estén lejos de nosotros.
Bienvenidos, alimentos del futuro
Los científicos están trabajando en nuevas formas de producir alimentos que sean más sostenibles y menos dependientes de las condiciones climáticas. Podría mencionar el famoso carne cultivada en el laboratorio, o el leche producida por levaduras y superalimentos como alga, rico en nutrientes y fácil de cultivar.
Entonces, ¿cómo será el desayuno en 2050? Podría comenzar con una taza de café cultivado en laboratorio, seguida de una tortilla hecha con huevos vegetales y una rebanada de pan de algas. Pudimos disfrutar de un vaso de leche elaborada a partir de levaduras, acompañado de una amplia variedad de quesos veganos. Y de postre, ¿qué tal unas miel sintética (seguimos con la agricultura intensiva y esto también pasará) o chocolate elaborado sin utilizar leche de vaca?
El futuro es un desayuno por descubrir. O arrepentirse.
Sí, el futuro del desayuno podría ser muy diferente al que estamos acostumbrados. Pero no necesariamente será algo malo, no pongas esa cara. Podría ser una oportunidad para descubrir nuevos sabores, explorar nuevas culturas alimentarias y contribuir a un mundo más sostenible: o una forma de salvar lo que se puede salvar.
La próxima vez que te sientes a desayunar, intenta imaginar cómo será el año 2050. En el peor de los casos, disfrutarás más de lo que hay hoy, mientras siga ahí. Por cierto: ¿café?