Nuestro sistema alimentario, te lo escribi incluso en otra ocasión, está causando más daño que bien. Un informe pionero de FSEC (Comisión de Economía del Sistema Alimentario) cuestiona los fundamentos mismos de nuestra relación con los alimentos, destacando gigantescas pérdidas anuales debido a prácticas insostenibles.
Frente a este escenario, existe un posible lado positivo. ¿Cual? Si transformamos nuestro sistema alimentario saldremos adelante de las pérdidas con un beneficio de 10 billones de dólares. 10.000 billones de dólares y razones para discutirlo.
Sistema alimentario, el contexto actual
El actual sistema alimentario mundial con sus prácticas de producción, comercialización y consumo provoca enormes pérdidas: se estiman en aproximadamente 15 billones de dólares al año. Esta alarmante cifra no es sólo una cifra abstracta, sino una representación real de los costos humanos, ambientales y económicos que estamos pagando.
Entre ellos destacan los costos de salud asociados con la mala nutrición, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y otros daños ambientales. En palabras del informe, nuestro sistema alimentario “destruye más valor del que crea”.
La carga de la mala nutrición
Como decía, uno de los aspectos más críticos lo representan los costes sanitarios directamente relacionados con nuestro sistema alimentario, que ascienden aproximadamente a 11 billones de dólares al año. Esta cifra proviene principalmente de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, como la diabetes, la hipertensión y el cáncer. El informe destaca en particular la creciente carga de la obesidad, agravada por el consumo excesivo de productos ultraprocesados y comida rico en azúcares, sal y grasa.
¿La proyección para 2050? Verás Un aumento del 70% en la obesidad a nivel mundial.. Esto equivale a 1,5 millones de personas, o el 15% de la población mundial proyectada.
El camino hacia la sostenibilidad
Ante este escenario, el informe FSEC (que te enlazo aquí) propone un camino alternativo y salvador. Las soluciones incluyen la tributación de la contaminación agrícola, el reposicionamiento de Subsidios hacia alimentos saludables y sostenibles., la adopcion de Nuevas tecnologías para reducir la contaminación. y un apoyo concreto a los pequeños agricultores.
Un cambio radical también requerirá un ajuste en los hábitos alimentarios globales, con un reducción del consumo de carne, responsable del impacto climático más significativo en la producción de alimentos.
Cambiar el sistema alimentario, beneficios económicos y para la salud
Implementar estas transformaciones tendría un coste estimado de entre 200 y 500 mil millones de dólares al año, una inversión claramente pequeña en comparación con el retorno, con los beneficios de 10 billones de dólares que se derivarían de ello.
Este cambio no sólo podría erradicar la desnutrición para 2050, sino también reducir en 174 millones las muertes prematuras relacionadas con enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Además, habría mayores posibilidades de alcanzar los ambiciosos objetivos climáticos del Acuerdo de París, contribuyendo aún más a mejorar la salud mundial.
Conclusión
Este informe, resultado de cuatro años de investigaciones, revisiones de literatura, estudios de casos y modelos económicos realizados por FSEC, destaca la urgencia de tomar las acciones necesarias ahora para construir un futuro más saludable y sostenible.
Ven afferma Michael Pollan, destacado escritor y profesor de Harvard, es hora de reestructurar nuestro sistema alimentario. Es una de las mayores oportunidades para revertir décadas de daños al planeta y a la salud humana.