La investigación sobre los tejidos inteligentes, los tejidos inteligentes que conformarán nuestra ropa del futuro suma otro candidato. Un equipo de investigadores de las universidades de Newcastle y Northumbria en el Reino Unido descubrió que los delgados filamentos similares a raíces producidos por los hongos podrían usarse para hacer ropa real.
Las setas en acción: descubriendo el micelio textil
Los investigadores se centraron en el hongo. Ganoderma lucidum, creando una “piel” a partir de filamentos ramificados (llamados hifas), que juntos se entrelazan en una estructura conocida como micelio. Con un poco de trabajo podrían sustituir al cuero, convirtiéndose en la pieza central de una nueva moda.
Como sabrá al seguir este sitio, los materiales a base de micelio ya se están probando o utilizando en varias industrias, desde construcción ai tejidos. Algunas investigaciones en curso colocan al micelio en el centro de una producción versátil que puede reemplazar el plástico, el cuero e incluso la madera.
Sin embargo, los métodos de producción suelen matar las clamidosporas, que son esporas de hongos que ayudan al cuerpo a regenerarse. En el nuevo estudio presentado en Materiales funcionales avanzados (lo enlazo aqui) los investigadores adoptaron un nuevo enfoque.
Al combinar micelio, clamidosporas, carbohidratos, proteínas y otros nutrientes en un líquido, produjeron el crecimiento de “pieles” vivas que se pueden quitar y secar.
Ropa viva, sostenible e innovadora
La primera fase de la investigación produjo material verdaderamente prometedor. Por el momento aún no es lo suficientemente grueso y resistente como para transformarlo en una prenda de vestir, pero los investigadores esperan hacerlo más resistente, quizás combinando capas o "plastificándolo" con glicerol.
¿Por qué serían ropa viva? Porque este nuevo método de producción no mata las clamidosporas, que pueden reactivarse para hacer crecer nuevas hifas y reparar cualquier daño en el material.
Los siguientes pasos
"Los materiales vivos diseñados compuestos enteramente de células fúngicas ofrecen un potencial considerable debido a sus propiedades funcionales", afirman los investigadores.
No se equivocan. Podríamos tener prendas capaces de adaptarse al entorno, de repararse a sí mismas, incluso capaces de "crecer" y cortarse como un pelo o una barba. Imagina una camiseta de manga corta que podemos hacer de manga larga en invierno y luego cortarle las mangas cuando regresa el verano.
Todavía llevará algún tiempo, pero estos resultados abren perspectivas interesantes para los llamados materiales vivos diseñados.