Una nueva opción trata de reutilizar las hojas de piña que de todos modos se habrían tirado o quemado y las convierte en una tela muy, muy parecida al cuero.
Suponemos que los textiles son menos dañinos para el medio ambiente que los plásticos, pero este sector también crea varios problemas. Los productos químicos utilizados para curtir cueros y producir los tintes que dan vida a la ropa son peligrosos tanto para el planeta como para las personas.
El cuero es uno de los materiales favoritos de los diseñadores, pero sus procesos de producción deben evitarse: por eso, los intentos de desarrollar alternativas se multiplican en el mundo. Darle desechos de algas a aquellos unas frutas pasando por i cactus y obviamente células cultivadas en el laboratorio, las opciones aumentan día a día.
El más reciente se llama pinatex y parece el más avanzado de todos. Partiendo de la piña ofrece una alternativa de piel cercana a la original en cuanto a calidad. Y lo que es más, no menos importante, apoya una economía verdaderamente circular.
Piñatex, piel de piña
Las hojas de piña son los subproductos inútiles del cultivo de esta fruta tropical. Actualmente apenas se utilizan: simplemente se recogen y se dejan descomponer, o se queman (con las consiguientes emisiones). Piñatex aprovecha su potencial para producir cosas que nunca imaginarías que provienen de una piña.
El quid de todo el proyecto es construir un ecosistema completo "desde la cuna hasta la tumba". No solo materiales biodegradables (con menos desperdicio de recursos y sin químicos), sino también productores de piña que encuentran nuevas fuentes de empleo e ingresos.
¿El subproducto de Piñatex? Muy poca, muy poca cosa: y puede usarse como fertilizante para la próxima generación de piñas, o como biocombustible para las mismas máquinas que cosechan o producen este tipo de cuero.
En fin
Es muy alentador ver crecer alternativas más sostenibles en el sector textil y de la moda, considerando cómo la ropa y los accesorios se producen en masa por millones.
Los plásticos y los microplásticos, ya sabes, pueden ser el mayor problema que enfrenta el planeta hoy en día, pero casi todos los aspectos de nuestra vida moderna merecen un nuevo examen y un nuevo diseño. Y las alternativas orgánicas o basadas en plantas no necesariamente tienen que significar materiales de menor calidad. Piñatex está aquí para recordárnoslo.
¿Quieren un poco de jugo de piña, caballeros?