Un vídeo de un robot quirúrgico cosiendo una uva que se volvió viral hace casi 10 años ha puesto de relieve una tecnología que evoluciona rápidamente: la cirugía robótica. Desde entonces, este sector ha experimentado un crecimiento masivo en términos de capacidades tecnológicas, inversiones y número de cirujanos robóticos desplegados en todo el mundo.
Sin embargo, detrás de las promesas de intervenciones menos invasivas y recuperaciones más rápidas, todavía hay dudas sobre la eficacia real de algunas máquinas costosas y su aceptación por parte de pacientes y cirujanos en persona.
Los robots cirujanos entran al quirófano
La cirugía tradicional es un procedimiento altamente invasivo. Para realizar una operación, el cirujano debe realizar una incisión grande, lo suficientemente grande como para permitir que sus manos e instrumentos accedan a la parte del cuerpo afectada. Después de la cirugía, el paciente se enfrenta a una recuperación que puede ser larga, dolorosa e incómoda.
Para superar estos problemas, los cirujanos han introducido la cirugía laparoscópica, que requiere sólo pequeñas incisiones para insertar tubos delgados con instrumentos especializados y una cámara. Una técnica importante, que redujo los tiempos de recuperación y el dolor postoperatorio en comparación con la cirugía tradicional.
La cirugía robótica representa un paso más. Como en la laparoscopia, sólo requiere pequeñas incisiones, pero la diferencia clave está en el control de los instrumentos: en la cirugía robótica, el cirujano los maniobra a través de un robot, utilizando comandos especializados que traducen sus movimientos en acciones precisas dentro del cuerpo del paciente.
Un mercado en crecimiento
El primer robot quirúrgico en obtener la aprobación de la FDA fue el System Da Vinci, desarrollado por Intuitive Surgical, en 2000. Desde entonces, Intuitivo se ha convertido en líder de la industria, con más de 7500 robots Da Vinci en uso en todo el mundo. Ogni 17 segundosEn algún lugar del mundo, un cirujano comienza una operación utilizando uno de estos robots.
Otros actores del mercado son Medtronic con el robot Hugo, Johnson and Johnson con Ottava, Stryker con Mako, CMR con versio y Quirúrgico Vicario. Incluso Google, a través de su empresa de ciencias biológicas Verily, se asoció con Johnson & Johnson para crear un robot quirúrgico en 2015.
Secondo una relación Según Bain & Company, el mercado de la cirugía robótica valía entre 3 y 3,5 millones de dólares a principios de 2023, frente a los 800 millones de dólares de 2015. Otro informe estima que el valor de mercado alcanzará los 11,76 millones de dólares en 2029. La imagen que surge es que de un sector en crecimiento con un valor multimillonario.
El sueño de la cirugía remota
Los robots cirujanos abren la posibilidad de realizar cirugías remotas. La primera cirugía remota verdaderamente completa se llevó a cabo el 7 de septiembre de 2001 a través del Océano Atlántico, con un cirujano en Francia operando a un paciente en Nueva York a una distancia de 6.230 kilómetros. Las cirugías remotas son posibles, pero el mayor desafío que impide que se vuelvan comunes es la velocidad de la red. Este tipo de trámite requiere redes ultrarrápidas y con el menor retraso posible. A medida que las redes se vuelven más rápidas y confiables, se acerca la posibilidad de que las cirugías remotas se conviertan en una práctica común.
Dichos procedimientos podrían permitir que especialistas de talla mundial realicen cirugías en cualquier parte del mundo, abriendo el acceso a los mejores cirujanos a más pacientes, independientemente de dónde se encuentren. Los militares también podrían estar interesados: los mejores cirujanos podrían salvar vidas de soldados manteniéndose a salvo, lejos de las zonas de combate activas.
Las cirugías remotas también abren la posibilidad de realizar operaciones en el espacio. Un cirujano puede permanecer en la Tierra mientras un robot traduce sus movimientos a un paciente en órbita terrestre. Si bien esta visión aún está lejos del futuro, la NASA está explorando el concepto de cirujanos robóticos en el espacio con MIRA, un pequeño robot cirujano desarrollado por investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln. El siguiente paso de MIRA es ser lanzado a la Estación Espacial Internacional en 2024 para probar su robustez y rendimiento en ingravidez.
¿Hacia cirujanos robóticos autónomos?
¿Estamos cerca de tener cirujanos robóticos totalmente autónomos? En resumen, no. Ninguno de los robots cirujanos disponibles actualmente es completamente autónomo. Los robots como Da Vinci están controlados directamente por cirujanos humanos todo el tiempo. Algunos robots médicos, como el CyberKnife, un sistema robótico diseñado para radioterapia, son hasta cierto punto autónomos, pero aún requieren supervisión humana.
Crear un robot cirujano totalmente autónomo es el santo grial de la industria, pero no hay indicios de que dichos robots lleguen pronto. La capacidad de realizar de forma autónoma una tarea compleja representa un gran desafío para los investigadores de IA y los ingenieros en robótica. Es más probable que los aspectos más simples de los procedimientos quirúrgicos, como el cierre de la herida, se automaticen primero, dejando que el cirujano se concentre en el procedimiento principal.
Sin embargo, existen proyectos de investigación que avanzan hacia la visión de un robot cirujano completamente autónomo. Un ejemplo es STAR, un robot quirúrgico desarrollado en la Universidad Johns Hopkins (JHU), que realizó con éxito una cirugía casi autónoma en un cerdo. casi, porque STAR necesitaba un poco de ayuda de un humano. Como dijo el equipo de JHU, probablemente falten décadas para un STAR completamente autónomo, pero seguirán trabajando con la esperanza de que en unos cinco años la tecnología avance hasta el punto en que sea posible realizar una primera prueba clínica en un ser humano. ¿Quién levanta la mano primero? Felicidades.
Cirujanos robóticos, ventajas y desafíos
Los robots quirúrgicos traen y traerán muchas cosas buenas, más allá de incisiones más pequeñas, una recuperación más rápida y menos dolor postoperatorio. Los cirujanos humanos también se benefician de esto: las operaciones son menos agotadoras y los instrumentos más precisos y fáciles de manejar. Gracias a mejores herramientas de visualización, los verdaderos profesionales pueden acceder a mucha más información durante la operación.
Sin embargo, la adopción de estos robots también presenta obstáculos. Primero, el costo: Comprar y mantener un robot quirúrgico puede costar millones de euros, lo que los pone fuera del alcance de muchos hospitales. Además, a pesar de los beneficios potenciales, los pacientes todavía parecen preferir a los cirujanos humanos a los robots. Varios estudios han demostrado que, si tuvieran la opción, la mayoría de las personas optarían por la cirugía laparoscópica tradicional. Una desconfianza comprensible, que sólo el tiempo y los ejemplos podrán solucionar.
Se necesita más investigación
Actualmente carecemos de datos suficientes para determinar en qué medida la cirugía robótica realmente marca la diferencia. El Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra reconoce los beneficios potenciales de esta tecnología, pero dice que faltan datos de buena calidad para establecer en qué medida los robots cirujanos mejoran realmente la precisión, la eficiencia y la seguridad del paciente.
Cuando se han hecho comparaciones entre la cirugía robótica y laparoscópica, parece haber poca o ninguna diferencia, siendo la única discrepancia clara que las cirugías robóticas toman más tiempo. Se necesitan más estudios para evaluar el impacto real de los robots cirujanos y si realmente vale la pena la inversión.
En cualquier caso, está claro que el futuro de la cirugía será cada vez más robótico. La adopción y la percepción pública de esta tecnología refleja el camino seguido por la laparoscopia: tomó años para que esta última fuera considerada segura y ampliamente aceptada por pacientes y cirujanos. Actualmente la cirugía robótica atraviesa esta fase.
Es probable que veamos cada vez más cirujanos robóticos en el quirófano, listos para coger el bisturí… o cualquier instrumento que nos depare el futuro.