En un futuro no muy lejano tendremos una especie de "mente aumentada" que nos sigue a todas partes, una voz sutil y constante que nos guía en nuestra rutina diaria. Esta realidad, que antes se limitaba a las películas de Spike Jonze :-), está a punto de concretarse gracias a la llegada de asistentes de IA sensibles al contexto, que explotan RAG (si estás interesado en saber qué es, hay esto para ti).
Serán omnipresentes e influirán en nuestras decisiones, nuestras interacciones sociales e incluso nuestros pensamientos más íntimos. Muy bien. Muy mal.
Una nueva forma de inteligencia
Los asistentes de IA del futuro van más allá de Siri y Alexa (especialmente el último). Estos nuevos modelos serán una segunda mente a nuestra disposición: gracias a su conciencia contextual, responderán no sólo a lo que decimos, sino también a lo que vemos y oímos.
La introducción de grandes modelos de lenguaje. dimensiones multimodales (Modelos multimodales de lenguaje grande) ha roto barreras técnicas, haciendo que los próximos asistentes de IA sean capaces de percibir el mundo a través de ojos y oídos digitales.
Ojos, o mejor dicho: gafas.
Meta, parafraseando a Prince “el artista antes conocido como Facebook”, está a la vanguardia de esta carrera tecnológica. La última versión de gafas inteligentes fabricadas en asociación con Ray-Ban, configurado para admitir modelos avanzados de IA, representa un importante paso adelante hacia la integración de estas tecnologías en la vida cotidiana.
Estos dispositivos, con cámaras y micrófonos integrados, prometen ofrecer asistencia contextual y continua de IA. ¿Pero también agradará a todos aquellos que se encuentren con un "cuatro ojos" equipado con una cámara?
A pesar de los beneficios obvios, estos asistentes de IA conllevan un riesgo importante: el de una manipulación increíble. La idea de tener una “segunda mente” que influye sutilmente Nuestras acciones y opiniones plantean preocupaciones relacionadas con la privacidad y la autonomía personal. Si por un lado pueden mejorar nuestra vida diaria, por el otro pueden convertirse en poderosas herramientas en manos de empresas y gobiernos para ejercer una influencia conversacional muy sutil y altamente personalizada.
Mente aumentada, la necesidad de reglas
Este problema de manipulación de la IA requiere atención urgente y una regulación agresiva. Actualmente, todavía no existe una normativa adecuada que aborde específicamente estos riesgos. Es esencial que los legisladores y reguladores de todo el mundo comiencen a centrarse en los peligros de la influencia conversacional impulsada por la IA, particularmente cuando la ejercen asistentes contextuales.
La era de la “mente aumentada” trae consigo la responsabilidad de encontrar un equilibrio entre los beneficios que ofrecen estos asistentes avanzados de IA y la protección de nuestra privacidad y autonomía. Estas herramientas tienen el potencial de transformar fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos e interactuamos entre nosotros, pero esto no debe ocurrir a expensas de nuestra libertad personal y nuestra capacidad de tomar decisiones independientes.
El impacto social y cultural de la mente aumentada
La adopción generalizada de estos asistentes de IA cambiará inevitablemente la dinámica social. Estos dispositivos actuarán literalmente como "intermediarios" entre nosotros y el mundo. Pueden convertirse en una norma, y la gente espera que usted reciba constantemente información sobre ellos en tiempo real durante una conversación. Podrían cambiar la "etiqueta" de nuestras acciones (e interacciones) diarias.
Podría crear una brecha digital entre quienes pueden permitirse una mente aumentada y quienes permanecen a merced de poca información y de difícil acceso. Finalmente, podría susurrarnos Publicidad incluso en pensamientos. O en sueños.
El futuro esta aqui
Con la inminente llegada al mercado de estos productos de consumo, nos acercamos a un pequeño punto de inflexión en la historia de las sociedades modernas. Esta tecnología nos ofrece la oportunidad de vivir en un mundo donde los asistentes de IA no solo influyen en nosotros, sino que también amplían nuestras capacidades mentales y sociales.
La “mentalidad aumentada” está a punto de convertirse en una parte integral de nuestra realidad diaria y no creo que estemos preparados. La colaboración entre desarrolladores de tecnología, legisladores, expertos en ética y el público es esencial para formular directrices que protejan al individuo y promuevan el uso responsable no de la IA, sino de este "híbrido" entre nosotros y la IA.
Un nuevo horizonte
El investigador e ingeniero. luis rosenberg, experto en inteligencia artificial, lo explica sucintamente en un libro, “Our Next Reality”, que me parece esclarecedor. Estamos en los albores de una era en la que la inteligencia artificial ya no será sólo una herramienta, sino un compañero en nuestra vida diaria.
Como cualquier gran revolución tecnológica, traerá consigo increíbles oportunidades y desafíos importantes. Será fundamental seguir atentamente la evolución de esta tecnología. Sobre todo, orientar su desarrollo para que enriquezca nuestra experiencia humana sin abrumarla.
¿Lo haremos? La posteridad juzgará. O nosotros dentro de un tiempo.