Segundo la información reportada del Wall Street Journal, Beijing supuestamente ha concluido un acuerdo con Cuba para plantar los cimientos de una nueva estación de escucha electrónica bajo las narices de los Estados Unidos, a tiro de piedra de Florida.
En Cuba oídos chinos sobre América
La estación prevista en Cuba permitiría a China escuchar comunicaciones electrónicas provenientes del sureste de Estados Unidos. Sobre todo, para vigilar el tráfico de embarcaciones en un área crucial. Un área que alberga numerosas bases militares, incluida la sede del Comando Central de los Estados Unidos (en Tampa).
Los costes del acuerdo, según fuentes del diario estadounidense, son desorbitados. Es una operación multimillonaria.

Pregunta y respuesta
La respuesta de Estados Unidos no se hizo esperar. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, emitió un comunicado en el que "reaccionó sin reaccionar". Sin referirse directamente a la noticia, subrayó la conciencia de la administración sobre los esfuerzos de China por invertir en infraestructura con posibles fines militares. Incluidos los de este hemisferio.
De momento, a pesar de la críptica declaración de la embajada china en Washington y la ausencia de comentarios de Cuba, el acuerdo entre ambos países ya ha encendido las alarmas en la administración Biden.

Qué hay detrás y qué hay por delante
Un poco más de 60 años después de la crisis de los misiles que vio la instalación de armas nucleares soviéticas, Cuba sigue siendo un terreno fértil para las escaramuzas geopolíticas. Esta vez podría ser China la que monte las tiendas, molesta por las "peligrosas relaciones" de EE.UU. con Taiwán. Por no hablar de la polémica por el derribo de un supuesto globo espía chino por parte del ejército estadounidense.
Más leña al fuego para el próximo viaje a China del secretario de Estado Antony blinken, que ya ha sido aplazado varias veces. Sin embargo, ese sería el menor de los problemas.
Cuba se abre a Beijing, las posibles consecuencias
La situación podría escalar rápidamente. el senador Bob Menendez, el presidente demócrata del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y conocido halcón contra Cuba, dijo que si la noticia resulta ser cierta, sería un "ataque directo" a Estados Unidos. E incluso si su país también tiene una larga historia de espionaje a China, una instalación de escucha china en Cuba aún presentaría un "problema importante".

Mientras tanto, China continúa ampliando su red de relaciones en todo el mundo: y Cuba, que lucha contra la inflación, la escasez de combustible, una crisis agrícola y una economía agotada, podría encontrar una ayuda crucial en el dinero chino. EE.UU. descuenta las carencias de un "idilio" que nunca despegó con La Habana: la cancelación parcial por parte de Biden de las restricciones impuestas por Trump es considerada insuficiente por los cubanos.
Y mientras las dos superpotencias continúan moviendo sus peones en el tablero de ajedrez de la nueva (con suerte) guerra fría, es la tranquila Cuba la que se encuentra, una vez más, en el centro de la tormenta.