¿Habías pensado alguna vez en un futuro en el que los aviones de corto/medio alcance y los trenes tradicionales quedaran obsoletos, reemplazados por un "supersistema" capaz de hacer que los coches y camiones viajen hasta 640 kilómetros por hora, o incluso el doble? Zhifeng-ren, director del Centro de Superconductividad de Texas en la Universidad de Houston lo llama una "tecnología que cambiará el mundo". Es la autopista superconductora. ¿Como funciona?
Un carril súper rápido para vehículos y energía
La superconductividad es un fenómeno asombroso que ocurre cuando ciertos materiales se enfrían a temperaturas extremadamente bajas, lo que les permite conducir la electricidad sin resistencia. ¿Tengo razón? Sin resistencia Cero, realmente cero. Esto implica que el fenómeno podría explotarse para operar trenes de levitación magnética, que "flotan" sobre los rieles, lo que permite un movimiento sin fricción. Excepto (por supuesto) por la resistencia del aire.

¿Y cuánto tiempo tomará?
A pesar del gran potencial, la superconductividad aún no ha abandonado los laboratorios de investigación debido al alto costo de las infraestructuras que requieren que los materiales se enfríen a cientos de grados bajo cero. Sin embargo, en un nuevo estudio publicado en APL Energy (lo enlazo aqui), un equipo de investigadores alemanes y estadounidenses cree haber encontrado una solución. Un "truco" que podría llevar la superconductividad a la vida cotidiana. Y crear un sistema que transportaría personas, bienes y energía con una sola autopista superconductora.
La idea es integrar superconductores en la infraestructura vial existente y agregar imanes debajo de los vehículos, evitando la necesidad de refinar un material superconductor en cada vehículo. Para demostrar los aspectos técnicos de este concepto, los investigadores construyeron un modelo que mostraba la levitación de un imán sobre un riel superconductor, con nitrógeno licuado usado para enfriar los superconductores en el modelo. Los modelos futuros utilizarán hidrógeno en su lugar. Una vez que llegue a su destino, el hidrógeno licuado podría convertirse en gas para impulsar aplicaciones de energía limpia.
Autopista todo en uno
Cada una de estas aplicaciones (transporte de personas y mercancías, transmisión de electricidad y canalización de hidrógeno líquido Sobre largas distancias) es extremadamente caro cuando se usa solo con superconductividad. Sin embargo, al combinar todas estas funciones en un solo sistema, el de una 'supercarretera', los costos se reducen significativamente y podrían ser rentables a largo plazo.
Las personas podían viajar en sus propios términos, disfrutando de las mismas ventajas de tiempo que ofrecían el tren bala y los viajes aéreos. El consumo de combustible o electricidad se reduciría drásticamente mientras el automóvil o camión está en el riel superconductor, reduciendo tanto los costos como el impacto ambiental. Quedan por resolver algunos detalles técnicos, como dice Ren, "pero la curva de aprendizaje no debería ser pronunciada, ya que hemos aprendido mucho en los últimos 40 años más o menos".
Quizás se necesiten otros 40, pero tengo una idea de que las redes terrestres podrán servir mucho más y durante mucho tiempo.