He aquí una de esas cosas que nos hacen comprender cuántos grados de separación pueden existir entre la ciencia ficción y la realidad. Algunos campos del conocimiento se encuentran todavía en una fase de pura especulación, otros en una fase de investigación avanzada, otros están a punto de despegar en forma de tecnologías ofrecidas a las masas.
Este es el caso de las pantallas holográficas, que llevan mucho tiempo en los cuadernos de escritores de ciencia ficción y directores de éxito (¿quién no recuerda Star Wars?).
RealView 3D logra todo el potencial de esta tecnología, con un dispositivo capaz de producir los puntos de luz que componen la imagen, uno a uno, como píxeles que flotan directamente en el aire: la efectividad del resultado deja con la boca abierta . Parece presenciar uno de los refinados efectos especiales de Hollywood.
Las primeras aplicaciones en el campo de la medicina realmente dan esperanzas: la posibilidad de interactuar y operar sobre modelos tridimensionales a través de una interfaz de este tipo permitirá que la formación médica dé un salto loco, y que el aprendizaje sea más rápido y efectivo.
Y eso es solo el comienzo.