Amigos de la Generación Z, les habla el tío Boomer. No, eso no es cierto, soy de la Generación X, pero es lo mismo. Imagínate estar en un mundo sin smartphones, sin aplicaciones, sin selfies: un mundo donde los teléfonos sólo se usaban para llamar y ocupaban toda la palma de tu mano. Suena prehistórico, ¿verdad? Sin embargo, hace apenas unas décadas esa era la realidad. Una empresa que hoy muchos solo conectan a celulares antiguos y el juego de la Serpiente la ha cambiado para siempre: Nokia. Pero reducir la historia de Nokia a esto es perder el alcance de la suya propia. epopeya revolucionaria.
Una trayectoria extraordinaria que abarca más de un siglo, desde el caucho hasta las primeras redes GSM, pasando por los icónicos teléfonos móviles de los años 90 y 2000. Más: una historia de. innovación tecnología y diseño, de apuestas valientes y errores estratégicos. Una historia que dio forma a la cultura pop y la economía de todo un país, Finlandia. Una historia que todavía tiene mucho que enseñarnos sobre los mecanismos de éxito y fracaso en el mundo tecnológico. ¿Tienes tiempo? ¿Estás listo para partir?
De fabricante de botas de goma a visionario de muebles
La historia de nokia aperturas en 1865 a orillas del río Nokianvirta, en la ciudad de Nokia, Finlandia. En aquel momento, la empresa era una modesta fábrica de papel fundada por el ingeniero de minas Fredrik Idestam. Durante las siguientes décadas, Nokia se expandió a nuevas áreas como la fabricación. cables electricos, neumáticos y botas de goma, convirtiéndose en un conglomerado industrial (un poco como IKEA en Suecia, o Nintendo en Japón, u otro) Pero en los años 60 La empresa dio sus primeros pasos en el mundo de las telecomunicaciones desarrollando radios para el ejército finlandés.
A los ojos de los jóvenes aspirantes a directivos de los 80Sin embargo, Nokia todavía aparecía como un grupo industrial aburrido y polvoriento. “Era ridículo para los estudiantes de negocios”, recuerda Mikko Kosonen, ex presidente de la junta directiva de la Universidad Aalto (y ex jefe de estrategia de Nokia). "Nadie quería trabajar en Nokia porque la consideraban una empresa con una historia aburrida".
El cambio de rumbo en la historia de Nokia
todo sucedió a finales de los 80, cuando la dirección tomó dos decisiones cruciales: invertir en telecomunicaciones y salir progresivamente de otros sectores. Fueron decisiones valientes, teniendo en cuenta que en aquel momento el teléfono móvil recién nacido fue visto como un nicho de mercado para profesionales.
"Nadie pensó que los teléfonos móviles podrían convertirse en un producto de masas", afirma Kosonen. “Pero en Nokia estábamos convencidos de que tarde o temprano se convertirían en uno. Nosotros creamos el mercado".
A principios de los 90, Nokia vendió su división de neumáticos y adquirió varias empresas de telecomunicaciones como la francesa Alcatel y el americano Tandy. en 1992 historia Nokia realmente comienza a hacer historia con el lanzamiento de su primer teléfono GSM, el Nokia 1011. A partir de ese momento, el reto fue conquistar no sólo a los profesionales, sino también a los consumidores. Y aquí entran en juego dos brillantes intuiciones: la design y marketing .
Los teléfonos que querías mostrar al mundo
“Nokia entendió antes que nadie que los teléfonos móviles se convertirían en un artículo de moda y un símbolo de estatus”, explica Cristiano Lindholm, ex diseñador de la empresa. Mientras que a los competidores les gusta Motorola ed Ericsson Al proponer teléfonos cuadrados y negros, Nokia se atrevió a experimentar con formas, colores y materiales innovadores. El Nokia 2110, liberado en 1994, por ejemplo: tenía forma ergonómica, teclas curvas y posibilidad de cambiar solo una tapa. Fue un éxito rotundo, inimaginable, y abrió el camino a una serie de teléfonos con un diseño cada vez más original y cautivador.
en 1998 llegó el icónico Nokia 5110, el primero con carátulas verdaderamente intercambiables y posibilidad de descargar tonos de llamada personalizados. Era el teléfono que todos los niños querían tener. El atrevido diseño continuó con modelos como el Nokia 3210 Con forma de “guijarro de río” (yo lo tenía) el Nokia 8110 (Yo lo tenía, en aluminio cepillado): también conocido como “el teléfono Matrix” por aparecer en la película del mismo nombre.
“Era Disneylandia para los diseñadores”, recuerda Tej Chauhan, ex diseñador inglés de Nokia.
“Estaba rodeado de gente brillante y creativa. Si tuvieras una idea innovadora, como un teléfono con forma de lápiz labial o una fruta exótica, podrías proponerla y verla hacerse realidad. Había un ambiente extraordinario de libertad y experimentación”.
Con estos teléfonos únicos e icónicos, Nokia no se limitaba a vender tecnología. Vendía un estilo de vida, una forma de expresar la propia personalidad. Estaba haciendo que la telefonía móvil fuera "cool" y deseable para una gran audiencia.
Conectando Personas: el poder del marketing emocional
Además del diseño, otro punto fuerte de la historia de Nokia fue el marketing. La empresa no se limitó a publicitar las características técnicas de sus productos. En cambio, contó historias interesantes que tocaron la fibra sensible del público. Se presenta el lema “Nokia Connecting People” en 1992, encarnó perfectamente esta filosofía. Más que un teléfono, Nokia te vendió el sueño de estar siempre conectado con las personas que te importan.
También fueron memorables las campañas publicitarias que mostraban a personas de todas las edades y etnias comunicándose a través de teléfonos móviles Nokia. “No mostramos el producto, mostramos cómo el producto mejoraba la vida de las personas”, enfatiza Tapio Hedman, ex director de marketing de Nokia. Los anuncios de Nokia irradiaban optimismo, alegría de vivir y conexión humana. Eran una invitación a ser parte de un mundo mejor y tecnológico posible gracias a un simple teléfono móvil.
Este marketing emocional encajaba perfectamente con el posicionamiento "democrático" de los móviles Nokia. A diferencia de sus rivales que sólo se centraban en modelos de alta gama, Nokia ofrecía teléfonos para todos los presupuestos, desde el nivel básico hasta el tope de gama. El objetivo era llevar la “revolución móvil” al mayor número de personas posible. Y las cifras de ventas demuestran que la estrategia funcionó muy bien: En 2001, Nokia vendió casi el 40% de todos los teléfonos móviles del mundo.
La historia y la gloria: el dominio global de Nokia y el impacto en Finlandia
Al comienzo del nuevo milenio, Como se mencionó, Nokia estaba en la cima de su poder. Facturaba más de 30 mil millones de euros al año y su marca era la quinta más conocida del mundo. En Finlandia, por sí solo representó el 4% del PIB. Sus teléfonos estaban en todas partes: en las películas de Hollywood, en los estadios, en los bolsillos de políticos, empresarios y estrellas de cine y música. Tener un Nokia era un símbolo de estatus. La empresa dictó la ley en la industria, estableció estándares y enseñó cómo combinar alta tecnología, estilo y usabilidad.
El viaje triunfal de Nokia tuvo un gran impacto no sólo a nivel mundial, sino sobre todo, como ya se mencionó, en la pequeña Finlandia. Para un país de sólo 5 millones de habitantes que se recuperaba de la profunda recesión de principios de los años 90, Nokia era una fuente de orgullo nacional y una fuerza impulsora del crecimiento económico. La empresa creó decenas de miles de puestos de trabajo altamente cualificados, financió universidades y centros de investigación, atrajo inversiones extranjeras y transformó Helsinki en una capital de alta tecnología. Gracias a Nokia, Finlandia se hizo conocida en todo el mundo como el “Silicon Valley de Europa”.
Pero la influencia de Nokia fue más allá de la economía. La empresa moldeó la cultura, la identidad y la autoestima de los finlandeses. En un país tradicionalmente modesto y reservado, Nokia inculcó un sentimiento de orgullo y "sí, podemos hacerlo". A sus líderes carismáticos les gusta Jorma Ollila se convirtieron en celebridades nacionales y modelos de negocios a emular. Trabajar para Nokia era el sueño de muchos jóvenes ingenieros y directivos. La empresa se convirtió en el símbolo de la redención y el éxito de Finlandia en el mundo.
Una empresa “humana” en un sector de alta tecnología
Además del orgullo nacional, Nokia también infundió en la cultura corporativa finlandesa los valores de colaboración, informalidad y equilibrio entre la vida laboral y personal. A pesar de ser un gigante mundial de la alta tecnología, Nokia conservó durante mucho tiempo una atmósfera "humana" y casi familiar. No había oficinas personales, ni siquiera para los altos directivos, sino espacios abiertos donde todos trabajaban codo a codo. La ropa era informal, las jerarquías planas, las puertas siempre abiertas.
La sede de Nokia en Espoo, un suburbio de Helsinki, encarnaba perfectamente esta filosofía. Diseñado por el arquitecto finlandés pekka helin, era un campus futurista pero a escala humana, con amplias zonas comunes, zonas de relax, obras de arte en las paredes, incluso una piscina olímpica. El objetivo era fomentar la interacción espontánea entre los empleados, el intercambio de ideas y el bienestar psicofísico.
Otro rasgo distintivo de la cultura Nokia fue la internacionalidad. En un país lingüística y geográficamente periférico como Finlandia, Nokia fue uno de los primeros en adoptar el inglés como idioma oficial y contratar talentos de todo el mundo. En los pasillos de su sede se podían encontrar ingenieros indios, diseñadores americanos y directivos franceses. Este crisol fomentó la innovación y la mentalidad abierta, convirtiendo a Nokia en un precursor de la globalización.
Centrarse en los jóvenes y el futuro
La visión de Nokia no se limitaba sólo al negocio de la telefonía. La empresa invirtió con visión de futuro en las generaciones futuras, con la convicción de que la tecnología debe ser una herramienta de progreso y oportunidades para todos. Creó programas para introducir a los niños en la ciencia y la programación, como el "Museo de Tecnología" o el concurso "Inventa con Nokia". Financió becas y doctorados en materias STEM. Organizó eventos interactivos y exposiciones para que los jóvenes experimentaran el potencial de la tecnología.
Una iniciativa particularmente innovadora fue la “Aula Móvil Nokia“, un aula móvil que viajó a las escuelas más remotas del planeta para enseñar los conceptos básicos de TI incluso a quienes no tenían acceso a computadoras e Internet. Era la manera que tenía Nokia de "devolver" a la sociedad parte de su éxito e inspirar a futuros innovadores. Una filosofía perfectamente resumida en las palabras del entonces CEO Jorma Ollila:
“Nuestro propósito no es sólo fabricar teléfonos. Se trata de mejorar la vida de las personas y crear oportunidades para todos a través de la tecnología".
El comienzo del declive en la historia de Nokia: subestimar la revolución de los smartphones
A pesar de su posición dominante y su cultura innovadora, también llegaron tiempos difíciles para Nokia. El punto de inflexión ocurrió en 2007, cuando Steve Jobs presentó el primer iPhone y redefinió el concepto mismo de teléfono móvil. Recuerdo ese momento como si fuera ayer: seguí el discurso de apertura de Apple que hizo ese lanzamiento, Futuro Prossimo había nacido el año anterior. Tenía en mis manos mi recién adquirido Nokia N97, que en su momento era la máxima expresión de la tecnología de consumo de Nokia: un teléfono de pantalla completa, con teclado retráctil, bonito y elegante.
El teléfono inteligente de Apple tenía características revolucionarias como pantalla multitáctil, navegación por Internet y tienda de aplicaciones. Miré el terminal que tenía en mis manos y de repente me pareció que acababa de convertirse en una antigüedad.
Nokia, que también tenía planes similares en marcha, no comprendió plenamente el alcance de esta amenaza. La dirección, todavía atada al antiguo sistema operativo Symbian, subestimó el impacto de los nuevos competidores iPhone y Android. Pensaba que los teléfonos inteligentes seguían siendo un nicho de mercado y que la fortaleza de Nokia residía en el hardware, no en el software. Un error de juicio que resultaría fatal. "Quedamos atrapados en nuestra mentalidad centrada en el teléfono mientras Apple y Google convertían los teléfonos en computadoras de bolsillo", admite Ansi Vanjoki, ex directivo de Nokia.
El desglose
En unos pocos años, Nokia perdió participación de mercado frente a sus rivales. en 2008 todavía poseía el 40% del mercado mundial de teléfonos inteligentes, en 2013 había caído al 3%. La crisis culminó con la venta de la división de móviles a Microsoft y la salida definitiva de Nokia del negocio de la telefonía. Un golpe muy duro para el orgullo finlandés, aunque amortiguado por el regreso de Nokia a su objetivo histórico: las infraestructuras de red.
Lo que nos enseña la historia y trayectoria de Nokia
La parábola de Nokia ofrece numerosos elementos de reflexión para cualquiera que esté involucrado en la tecnología, la innovación y la gestión. En primer lugar, enseña lo importante que es tener una visión a largo plazo y el coraje de apostar por sectores aparentemente "marginales". Nokia tuvo la previsión de centrarse en la telefonía móvil cuando todavía era un nicho de mercado. Y durante una década dominó la industria con su creatividad en diseño y marketing.
Pero la historia de Nokia Recuerde también lo fácil que es para los “conquistadores” convertirse en “dinosaurios” si no se adaptan rápidamente a los cambios. Adormecida por sus éxitos y quizás agobiada por su propio tamaño, Nokia no logró comprender plenamente la revolución de los teléfonos inteligentes y la amenaza de Apple y Google. Los gigantes de hoy, desde Meta hasta Amazon (¡y el propio Google!), también podrían sufrir un destino similar si no son capaces de reinventarse constantemente. ¡Ay de ti si piensas lo contrario!
Todo lo demás es Nokia
Otra lección de Nokia es El valor de una cultura corporativa “humana”., colaborativo e internacional, incluso en un sector hipercompetitivo como el de la alta tecnología. La creatividad y la innovación son procesos "sociales", que requieren diversidad, interacción espontánea y contaminación de ideas. Los modelos organizativos y espacios de trabajo de Nokia (espacios abiertos, campus verdes, equipos multiculturales) fueron el legado ideal de la filosofía de Adriano Olivetti y fomentaron precisamente este espíritu. Todavía podrían ser una fuente de inspiración para muchas empresas hoy en día: incluso aquellas que luchan contra el trabajo inteligente y la "guerra por el talento".
Finalmente, la parábola de Nokia ilustra el potencial pero también los riesgos de tener una empresa simbólica que impulse toda la economía de una nación. Para Finlandia, Nokia era un motivo de orgullo y un motor de crecimiento, pero también una debilidad potencial debido a su dependencia. Cuando Nokia empezó a tambalearse, todo el país tembló. Una advertencia para aquellos gobiernos que apuestan todo por unos pocos "campeones nacionales" (Novo Nordisk, te zumban los oídos), subestimando los beneficios de un sistema económico más diversificado y resiliente.
El legado inmortal de Nokia
A pesar de su declive en la era de los teléfonos inteligentes, la importancia de Nokia en la historia de la alta tecnología y la cultura popular sigue siendo imborrable. La compañía ha contribuido más que nadie a democratizar la telefonía móvil, haciéndola accesible, divertida y “cool” para millones de personas en todo el mundo. Lanzó modas y tendencias con sus teléfonos icónicos. Inspiró a una generación de ingenieros e innovadores, especialmente en Finlandia y Europa. Como europeo (no me avergüenza decirlo), sueño con un multiverso en el que haya ganado Olivetti y no IBM, Nokia y no Apple. ¿Por qué? Porque en mi opinión se lo merecían más, porque no todo es sólo ganancia.
No es casualidad que aún hoy, años después, poseer un viejo Nokia despierte en muchas personas una mezcla de nostalgia y cariño. Aquellos celulares intuitivos, coloridos e “indestructibles” acompañaron los momentos más importantes de nuestras vidas, desde la primera llamada hasta la primera historia de amor. Eran más que simples dispositivos tecnológicos: eran compañeros de viaje, objetos de culto, símbolos de una época.
La historia de Nokia va más allá de los productos individuales
Hoy Nokia ya no produce teléfonos inteligentes: HMD Global ha anunciado que ha detenido la producción de todos los modelos. Sin embargo, continúa vendiendo teléfonos móviles sencillos, conocidos como teléfonos básicos, que siguen siendo populares en algunos mercados. Y luego sigue siendo protagonista en las infraestructuras de redes 5G y 6G. Continúa invirtiendo en investigación y desarrollo, registrando patentes, buscando nuevos caminos.
Su historia nos recuerda a todos que en el mundo digital ninguna ventaja dura para siempre y que la única forma de seguir siendo relevante es reinventarse continuamente. Pero también nos enseña que la innovación, guiada por valores auténticos y puesta al servicio de las personas, puede realmente cambiar el mundo. Porque al final, si lo piensas bien, Nokia cambió el mundo en sus años dorados.
Y quién sabe, quizá en el futuro, quizá con el próximo cambio de paradigma tecnológico, vuelva a ser protagonista. Porque esta es quizás la lección más importante que podemos extraer de su increíble aventura: en el mundo tecnológico nada es imposible. Con el mismo espíritu visionario y un poco loco de aquellos ingenieros finlandeses que en los años 90 pensaron que el teléfono podía convertirse en mucho más que una simple herramienta para llamar. Pensaron que podría conectar a la humanidad.
Y lo lograron.