La cuenta atrás ha comenzado: la humanidad tiene sólo dos años para salvar al planeta de las consecuencias más catastróficas del cambio climático. Esta es la alarma dada por simon stiell, experto jefe en clima de las Naciones Unidas, en un evento público en Londres. Una advertencia que resuena como un ultimátum: actúen ahora o enfrenten un futuro de devastación sin precedentes.
El tiempo se acaba
La advertencia de Stiell marca una aceleración de las predicciones anteriores de los expertos en clima, que señalaron 2030 como fecha límite reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que las temperaturas globales superen los niveles preindustriales en 1,5 grados centígrados. Ahora, según el jefe climático de la ONU, el tiempo que tenemos se redujo a sólo dos años.
Una ventana de tiempo estrecha, que no deja lugar a vacilaciones ni aplazamientos de ningún tipo.
Las consecuencias de un planeta más cálido
¿Qué pasaría si no cumpliéramos este plazo? Las previsiones son cuanto menos alarmantes. Un aumento de las temperaturas globales por encima de 1,5 grados centígrados conduciría a tormentas más violentas y letales, olas de calor más intensas y prolongadas, daños irreparables a la agricultura y la biodiversidad.
Los datos más recientes no auguran nada bueno. El año pasado, las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de energía alcanzaron un nuevo récord histórico, a pesar de las repetidas alarmas lanzadas por la comunidad científica. Un informe de la ONU publicado en 2022 advierte que incluso si los gobiernos de todo el mundo cumplieran con los planes actuales de mitigación del calentamiento global, la temperatura del planeta se espera que supere los 2,5 grados centígrados en 2100. Un nivel muy por encima del umbral de seguridad indicado por los expertos.
Salvar el planeta, soluciones radicales en el horizonte
Ante esta emergencia, la ciencia explora soluciones cada vez más radicales, desde Captura de CO2 a las controvertidas y arriesgadas técnicas de geoingeniería solar, que implican (de diversas formas) rociar partículas en la atmósfera para "oscurecer" el sol y enfriar el planeta. Opciones aún en estudio, que podrían traer consigo consecuencias negativas imprevistas.
Si no actuamos ahora para reducir las emisiones, es posible que nos veamos obligados a presenciar estas intervenciones extremas.
Un llamado global a la acción para salvar el planeta
“¿Quién tiene exactamente dos años para salvar el mundo?” Stiell preguntó durante su discurso. "La respuesta es cada persona en este planeta". Un llamado global a la acción, que nos cuestiona a cada uno de nosotros. Porque la lucha contra el cambio climático no puede delegarse sólo en gobiernos o instituciones internacionales, sino que requiere el compromiso y la movilización de todos los ciudadanos del mundo.
La advertencia de Simon Stiell es clara: el tiempo se acaba. Solo tenemos dos años para salvar al planeta del borde del cambio climático y construir un futuro sostenible para las generaciones venideras. Un desafío enorme, que requiere de todos nosotros un esfuerzo sin precedentes.
¿Cómo ganarlo?
La idea es que intentar imponer opciones desde arriba nos hará perder más tiempo: y aparentemente no tenemos ninguna.
Hemos superado todas las ambiciones conversacionales y no podemos permitirnos más tiempo: por eso, ahora más que nunca, es necesaria la contribución de todos. Incluso los escépticos, que merecen un esfuerzo adicional de claridad y respeto por parte de las instituciones y la comunidad científica. Hay que poner a disposición de todos los ciudadanos del mundo datos, modelos y ejemplos incontrovertibles y sencillos.
Para evitar la conspiración y la rigidez. ¿Están preparados los gobiernos, los científicos y los comunicadores para esta labor de "comunión" con el público? La ardua sentencia ya no es para la posteridad, sino para nosotros.