¿Viaja a las profundidades del mar mientras disfrutas de un cóctel o te dejas llevar por un tratamiento de spa con una vista submarina desde una especie de "burbuja" acrílica? Eso es lo que ofrece Triton (no, No dije titán, alguien lo mencionará), el primer submarino comercial diseñado específicamente para el mercado de cruceros de lujo.
Con su interior forrado en cuero y grandes ventanas acrílicas, esta joya de la tecnología submarina promete revolucionar el concepto mismo de crucero.
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El primer ejemplo, bautizado Neptuno escénico II, fue entregado recientemente a una empresa especializada en tours marítimos exclusivos. El barco que lo alberga ya está atracado en Australia, listo para dos años de exploración a lo largo de la costa y las regiones oceánicas adyacentes.
Pero ¿qué hace que el Tritón ¿tan especial? En primer lugar, su capacidad para alcanzar los 200 metros de profundidad, ofreciendo a los pasajeros una vista impresionante de las maravillas ocultas de los océanos a través de su “burbuja” acrílica. Un casco transparente que se convierte en una ventana invisible al mundo submarino, dando una incomparable sensación de unidad con el entorno que lo rodea.
Burbuja por fuera, hermosa por dentro.
No menos extraordinaria es la versatilidad de los espacios interiores: el salón del Triton, revestido de suave cuero, puede transformarse si es necesario en un restaurante submarino, un lujoso spa o un exclusivo bar de cócteles. Se cuida cada detalle para satisfacer los deseos de un selecto grupo de hasta 8 invitados, acompañados de un piloto experto.
Un desafío de ingeniería y un concepto visionario que abre nuevas y apasionantes perspectivas en el sector turístico de alto nivel. Con Triton, el sueño de sumergirse no sólo en las aguas, sino en la esencia misma del lujo, finalmente se hace realidad. Y mientras el Scenic Neptune II se prepara para zarpar en su viaje inaugural, es fácil imaginar que éste es sólo el primero de muchos cruceros destinados a permanecer en los anales de la historia de los viajes.