Ayer habría sido su cumpleaños número 118 y no tuve tiempo de desearle un feliz cumpleaños. Los hago hoy, tarde, pero el regalo es para mí. Es motivo de reflexión que comparto con ustedes. Más de un siglo después de su nacimiento, el legado de Kurt Godel, uno de los más grandes lógicos de la historia, sigue resonando poderosamente en nuestro presente. En una era marcada por la búsqueda frenética de certezas absolutas tanto en la ciencia como en la política, su trabajo nos recuerda la importancia de aceptar la indecidibilidad y la incertidumbre como características inevitables de la realidad. Preservar y difundir este mensaje es hoy más esencial que nunca para construir un futuro caracterizado por el pensamiento crítico y la apertura de mente.
Los teoremas de incompletitud de Kurt Gödel y la caída de las certezas absolutas
Ya conoces a los famosos. teoremas de incompletitud ¿Por Kurt Gödel? Dije "celebrado", pero no te asombres. No todos los conocen. Les daré un ejemplo: hay un gran rompecabezas (que representa un sistema matemático). Alguien te dice que el rompecabezas está completo y que todas las piezas encajan perfectamente, sin contradicciones. ¿Tu lo crees? Kurt Gödel no. Kurt demostró que en cualquier rompecabezas suficientemente grande y complejo siempre habrá algunas piezas de las que no se puede determinar si pertenecen al rompecabezas o no. Para ser precisos: no se puede demostrar que estas piezas encajen perfectamente ni que no pertenezcan. Además, una de esas piezas “indecidibles” es la propia afirmación que dice “este rompecabezas está completo y sin contradicciones”. En otras palabras, no se puede demostrar, dentro del propio rompecabezas, que éste sea completo y coherente.
Este descubrimiento asestó un duro golpe a las esperanzas de matemáticos como David Hilbert e Bertrand Russell para construir una matemática completa. Una matemática capaz de demostrar la verdad o falsedad de cada afirmación. No puede existir, David. Nunca podrá existir, Bertrand.
Pero la lección de Gödel va más allá de las matemáticas. Nos muestra que la búsqueda de verdades absolutas e incontrovertibles tiene límites, ¿y sabes por qué? Porque la realidad es demasiado compleja para estar contenida en un sistema fijo de reglas. Incluso en la ciencia y en la vida cotidiana tenemos que aceptar un cierto grado de incertidumbre e imprevisibilidad.
Aceptación de la incertidumbre como clave del progreso
Aceptar la incertidumbre y la complejidad no es un límite ni un fracaso. Para no aceptarlos, nos hemos reducido como animales en libertad, defendiéndolo todo por prejuicios, con las redes sociales reducidas a un diálogo entre sordos. Comprender que nadie tiene la verdad última y que una creencia no es una verdad resulta ser una clave esencial para el progreso del conocimiento y la sociedad.
Kurt Gödel lo demostró: es precisamente cuando reconocemos los límites de nuestros sistemas de pensamiento que podemos abrirnos a nuevas perspectivas y a una exploración más profunda de la realidad.
En un mundo cada vez más complejo y multifacético, donde los desafíos que enfrentamos (desde cambio climático a las desigualdades sociales) escapan a soluciones simples e inequívocas, cultivar la humildad intelectual y la capacidad de lidiar con la incertidumbre y con los demás se convierte en un imperativo. Sólo aceptando la complejidad de la realidad, sin ceder a la tentación de simplificaciones fáciles o respuestas prefabricadas, podremos encontrar caminos auténticos para el progreso y la innovación.
Los que están satisfechos con Gödel (tenía que decirlo, lo siento)
Tomemos el caso que estaba haciendo antes. El de los debates en las redes sociales sobre temas complejos como el cambio climático, los alunizajes o las vacunas. Estas discusiones a menudo se polarizan rápidamente. Las personas adoptan posiciones rígidas y opuestas, intentando afirmar su opinión como la única verdad absoluta. ¿Es culpa de las redes sociales? Cierto. ¿Pero quién escribe en las redes sociales? Nosotros.
Por un lado, están quienes niegan rotundamente la existencia del cambio climático o la eficacia de las vacunas, rechazando cualquier evidencia o argumento en sentido contrario. Por otro lado, hay quienes consideran que estas cuestiones las resuelve definitivamente la ciencia, sin admitir ningún margen de incertidumbre o duda. Ambas actitudes son problemáticas. y, en cierto sentido, no tienen en cuenta las enseñanzas de Kurt Gödel. Su lección sobre lo incompleto nos recuerda que incluso las teorías científicas más sólidas nunca pueden considerarse verdades absolutas y definitivas, sino que siempre están sujetas a revisiones, conocimientos y refinamientos.
Esto no significa que debamos dudar de todo ni que todas las opiniones sean igualmente válidas, sino que debemos abordar estas cuestiones con una actitud de apertura de mente y humildad intelectual. Debemos estar dispuestos a considerar diferentes evidencias y argumentos, a reconocer la existencia de incertidumbres y aspectos aún por explorar, sin renunciar a tomar decisiones basadas en la evidencia disponible. Si aplicáramos el enfoque sugerido por Kurt Gödel, podríamos abordar estas discusiones de una manera más abierta y productiva. Podríamos reconocer que, si bien tenemos buenas razones para apoyar una determinada posición (por ejemplo, la realidad del cambio climático o la importancia de las vacunas), siempre hay márgenes de incertidumbre y aspectos por explorar más a fondo. Esto nos permitiría dialogar de manera más constructiva con quienes tienen opiniones diferentes, tratando de comprender las razones de cada uno y encontrar puntos en común, sin una oposición estéril.
El legado de Kurt Gödel para un futuro del pensamiento crítico
Preservar el legado de Kurt Gödel es crucial. Significa ofrecer a los jóvenes un ejemplo de pensamiento valiente y curioso, que no se contenta con respuestas prefabricadas sino que sabe explorar nuevos horizontes. Significa transmitir el valor de la pasión por el conocimiento y la búsqueda de la verdad, sabiendo que no existen certezas absolutas.
En un mundo que a menudo nos empuja a buscar certezas y soluciones fáciles, el ejemplo de Gödel nos recuerda la importancia de seguir haciendo preguntas, de aceptar la complejidad y de abrazar la incertidumbre como parte integral de nuestra experiencia humana. Sólo así podremos construir un futuro en el que la curiosidad, la apertura de miras y la capacidad de adaptación al cambio sean las claves del progreso y crecimiento de todos.
Debemos llevar el ejemplo de Kurt Gödel en nuestra mochila del futuro. Nunca dejar de cuestionarnos, cuestionar nuestras certezas y abrazar la maravillosa complejidad de la realidad. Feliz cumpleaños, viejo terrible.