París se está preparando para convertirse en un campo de batalla por la sostenibilidad urbana. En una ciudad conocida por su historia, cultura y belleza, el último capítulo se escribe con un tono decididamente verde. La alcaldesa Anne Hidalgo ha desvelado un plan audaz, que yo resumiría así: triplicar las tarifas de aparcamiento de los todoterrenos en la ciudad. Esta medida, calificada de acto de "justicia social", tiene como objetivo expulsar de las calles de la Ciudad de la Luz los vehículos pesados y contaminantes.
Revolución verde: la lucha contra los SUV
La iniciativa de la capital francesa se enmarca en un marco más amplio de políticas medioambientales. La decisión de París de centrarse en los SUV no es sólo un símbolo de compromiso ecológico, sino también un paso concreto hacia la reducción de la contaminación del aire, un problema que afecta a muchas metrópolis modernas.
Las etapas de “aproximación” tienen la forma de “plan de velo“, el proyecto para hacer que toda la ciudad sea ciclista, incluso a través de la doloroso renunciar a los scooters, causa más de caos que de fluidez en el tráfico. Hoy en día, los SUV, conocidos por su elevado consumo de combustible y mayores emisiones, se han convertido en el objetivo de esta nueva política.
Referéndum de la ciudad: la voz de los parisinos
El 4 febrero, los parisinos deberán expresar su opinión en un referéndum. Ellos decidirán si aprueban o no esta tarifa de estacionamiento específica. Un elemento clave de este enfoque es la participación democrática: dejar que los propios ciudadanos elijan el futuro de la movilidad en su ciudad.
¿De qué estamos hablando exactamente? Si se aprueba el referéndum, el coste del aparcamiento en la vía pública para un todoterreno o un vehículo 4x4 aumentará a 18 € la hora en el centro de París y 12 € en otras zonas de la ciudad. Estos tipos se aplicarán a los vehículos de peso superior a 1,6 toneladas con motor de combustión o híbridos, y superiores a 2 toneladas para los vehículos eléctricos. Se espera que el aumento de tarifas genere ingresos significativos para la ciudad, se estima en aproximadamente 35 millones de euros.
Una agenda ambiciosa para el clima y la calidad del aire
La agenda del alcalde Anne Hidalgo está claro: actuar ante la crisis climática, la seguridad vial y la calidad del aire. Proteger a los 500.000 parisinos que viven cerca del Périphérique, el anillo de autopistas que rodea la ciudad, es una prioridad. Estas personas sufren las consecuencias directas de la contaminación provocada por la entrada de vehículos de gran tamaño a la ciudad (contaminación que provoca 9 millones de víctimas al año).
David Belliard, teniente de alcalde de París por el Partido Verde, destaca otro aspecto crucial de esta medida: una forma de redistribución social. Los SUV, que cuestan mucho más que un automóvil estándar, suelen ser adquiridos por personas con ingresos más altos. Por tanto, esta medida estaría dirigida a los más ricos, para financiar la transformación del espacio público en respuesta a la crisis climática.
Plan “anti-SUV”: mensaje contundente también para los fabricantes de automóviles
El plan de París pretende enviar una fuerte señal a los fabricantes de SUV, cuyas ventas han aumentado en los últimos años. París, con un Aumento del 60% en el número de SUV en los últimos cuatro años, está demostrando que el futuro de la movilidad urbana requiere un cambio radical.
No es sólo París la que avanza en esta dirección. Otras ciudades francesas, como Lyon, también planean introducir tarifas de estacionamiento más altas para vehículos más grandes a partir del próximo año.
Evidentemente no todo el mundo ve con buenos ojos esta iniciativa. La asociación de automovilistas franceses, que cuenta como algo así casi 40 millones de miembros, denunció lo que considera una restricción y limitación injustificada de las libertades.
¿Qué te parece?
París avanza hacia un referéndum que podría redefinir la movilidad urbana y el mundo lo observa con interés. El futuro de París, y de muchas otras ciudades, reside en un delicado equilibrio entre desarrollo urbano, sostenibilidad ambiental y justicia social.
La capital francesa pronto podría convertirse en un modelo de movilidad urbana más sostenible y responsable. À la guerre como à la guerre.