Una vez más, dicen los investigadores, es posible que tengamos que hacer el esfuerzo y prepararnos para un verano ajetreado. Los investigadores están monitoreando cuidadosamente los patrones climáticos de este año, ya que apuntan a la posible formación de un "Super El Niño", un fenómeno que sigue a tres años consecutivos de La Niña.
¿Sabes de lo que estóy hablando?
Para aquellos que no lo saben, los eventos de El Niño ocurren cuando las aguas superficiales del Océano Pacífico oriental son más cálidas de lo normal. Cuando suceden, desencadenan fenómenos meteorológicos que pueden tener consecuencias catastróficas. Y con la ayuda del aumento de las temperaturas provocado por el hombre, El Niño se está volviendo cada vez más intenso y difícil de controlar.
El último El Niño extremo se remonta a 2016, año en el que las temperaturas medias globales marcaron nuevos récords. Ese año, como algunos de ustedes recordarán, se caracterizó por fenómenos meteorológicos devastadores: 750 desastres naturales.
Un “Super Niño” en el horizonte
De las actualizaciones de la Oficina Australiana de Meteorología (te los enlazo aqui), aprendemos que los siete modelos climáticos examinados muestran que las temperaturas de la superficie del mar superarán el umbral de El Niño que ocurrió en 2016 en agosto.
Por ahora, los investigadores advierten que es demasiado pronto para dar por sentada esta predicción y que las proyecciones son menos fiables durante el otoño del hemisferio sur. La tendencia, sin embargo, es bastante preocupante.
Prepárate para lo peor, esperando lo mejor
mike mcphaden, científico senior de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) nos advierte sobre las posibles consecuencias de un Super El Niño: “Verdaderos eventos a gran escala impactan a todo el planeta, provocando sequías extremas, inundaciones, olas de calor y tormentas. Si esto sucede, tendremos que prepararnos para lo peor. Pero también podría desaparecer. En cualquier caso, es mejor permanecer alerta y preparados para cualquier eventualidad”.
Un Súper El Niño representa una incógnita que podría ejercer presión sobre el medio ambiente y nuestra capacidad de adaptación. Se trataría, después de 7 años, de la ocurrencia de un evento que suele afectar al planeta cada 20 años. si fueran necesarios otras demostraciones del cambio climático en curso.
Sólo nos queda cruzar los dedos y esperar que las previsiones resulten excesivamente pesimistas. En cualquier caso, recordemos siempre respetar nuestro planeta, porque es el único que tenemos.