Cuando el psicólogo Abraham Maslow murió, como el gran arquitecto Gaudí, dejó inconclusa su obra maestra. En su caso no se trataba de la Sagrada Familia, sino quizás de una estructura más importante: la Pirámide de Maslow representa la jerarquía de las necesidades humanas.
La pirámide de Maslow
Maslow había presentado su pirámide en un artículo, "Una teoría de la motivación humana", publicado en Psychological Review. Era 1943 y en aquel momento la jerarquía de las necesidades humanas le parecía así:
Sin embargo, Maslow vivió hasta 1970, y la pirámide de 1943 carecía del punto final que alcanzó la evolución de su pensamiento.
De hecho, en sus últimos años de vida, su "arquitecto" añadió un elemento a la cima de esta pirámide: la autotrascendencia.
La pirámide de Maslow con su nuevo vértice
nichol bradford, CEO y fundador de Willow Group, pasó recientemente un período de estudio en Universidad de la singularidad, cuya misión es ser "una comunidad global que utiliza tecnologías exponenciales para abordar los mayores desafíos del mundo".
Al final, salió convencida de que los problemas más graves que enfrenta la humanidad no son técnicos. Si bien es posible diseñar una manera de salir de los problemas, de hecho, no lo lograremos hasta que nos trasciendamos a nosotros mismos y veamos más allá de nuestro bienestar individual las necesidades de todos nosotros.
La Pirámide de Maslow, como sabemos, se amplió para incluir necesidades cognitivas y estéticas, y posteriores necesidades de trascendencia. Estos últimos representan la motivación de una persona basada en valores que van más allá del yo personal. Los ejemplos de necesidades trascendentes incluyen experiencias místicas y ciertas experiencias con la naturaleza, experiencias estéticas, experiencias sexuales, servicio a los demás, la búsqueda de la ciencia, la fe religiosa, etc. Esta ampliación de la pirámide de Maslow nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de mirar más allá de nuestras necesidades individuales y considerar el bienestar colectivo.
La cumbre real, el mejor futuro
En resumen, de esto se trata la etapa final de la pirámide de Maslow. Habiendo satisfecho nuestras necesidades básicas en la base de la pirámide, trabajado en nuestras necesidades emocionales en el medio y trabajado para alcanzar nuestro potencial, Maslow sintió que necesitábamos trascender la idea de que nos percibimos a nosotros mismos como islas.
Deberíamos llegar a vernos a nosotros mismos como parte de un universo más amplio para desarrollar prioridades comunes que permitan a la humanidad sobrevivir como especie.
Desde la respuesta colectiva a la guerra o las emergencias sanitarias hasta la colonización del espacio, la importancia de unirnos como comunidad global sugiere que la cima de la pirámide es la única esperanza para nuestro futuro.
La trascendencia, como cima de la pirámide de Maslow, nos invita a superar nuestra percepción de nosotros mismos como individuos aislados y a vernos como parte de un universo más grande. Esto nos permite desarrollar prioridades comunes que permitan a la humanidad sobrevivir como especie. Este concepto de trascendencia es particularmente relevante cuando consideramos los desafíos globales que enfrenta la humanidad, como el cambio climático, la pobreza y las desigualdades sociales. Sólo mirando más allá de nuestras necesidades individuales y trabajando juntos por el bien común podemos esperar abordar estos desafíos de manera efectiva.