Australia se está preparando para convertirse en el hogar del parque solar más grande del mundo. Tendrá vida a través de un proyecto tan gigantesco que generará suficiente energía para alimentar incluso lugares tan lejanos como Singapur.
Sun Cable, el parque solar de 10 gigavatios, ocupará 120 kilómetros cuadrados (ampliable en una segunda fase) en una zona remota del interior de los Territorios del Norte del país. La construcción comenzará en 2023, explotará todo lo último tecnologías fotovoltaicas y sus colosales dimensiones lo harán visible incluso desde el espacio.

El ambicioso proyecto solar Sun Cable, de 20 millones de dólares, fue financiado por el gobierno australiano y por inversores privados.
Una obra compleja y articulada, que precisamente por ello no tendrá repercusiones positivas solo para el componente energético y económico. Se beneficiará de una sólida inducción, que incluye logística, mantenimiento, capacitación e incluso empleo para las comunidades indígenas locales.
Sun Cable, el sol del cable
Una vez completado, el enorme parque solar proporcionará inicialmente energía renovable a las comunidades del norte de Australia y más allá. La segunda fase del plan es producir y exportar gran parte de la energía a otros países.
Será una especie de "muro energético de China".
Según el CEO de Sun Cable David Griffin, hasta dos tercios de la energía se exportarían a Indonesia y Singapur a través de cables submarinos de alto voltaje. Específicamente, la energía de este tipo de “cable solar” por sí sola podrá alimentar más de una quinta parte de las necesidades energéticas de la ciudad-estado asiática.
Actualmente, la huella de carbono global de Australia se sitúa en torno al 5%. Proyectos de energía renovable tan grandes como el parque solar Sun Cable tienen todo el potencial para reducir sus emisiones.