Se abre un nuevo capítulo en la historia de las energías renovables en el Mediterráneo. Italia y Grecia están escribiendo las primeras líneas del proyecto de un cable eléctrico submarino capaz de transportar 1 GW de energía limpia.
El corazón del proyecto
Terna, el operador de la red eléctrica italiana, anunció con entusiasmo el inicio de las consultas públicas para el proyecto. GR.ITA 2. Pero ¿qué implica exactamente este proyecto? Un enlace eléctrico formado por dos cables submarinos de 250 km de longitud conectará Tesprotia (Tesprotia) en Grecia un melendugno en Italia.
Desde allí, la conexión continuará hasta Galatina, también en la provincia de Lecce, donde se instalará una nueva estación de conversión, conectada a la red eléctrica nacional italiana a través de un cable subterráneo de corriente alterna de aproximadamente 50 kilómetros de longitud.
¿Porque es importante?
Energía limpia, ¿quién no la querría? Este proyecto no es sólo una cuestión de ingeniería avanzada: es una visión concreta de un futuro más verde. El objetivo es integrar la producción de energía renovable entre Italia y Grecia, haciendo que los sistemas eléctricos de ambos países sean más sostenibles y fiables.
Sin mencionar que el proyecto promete reducir los costos para los consumidores de ambos lados del Mar Jónico, pero a tal efecto me reservo el derecho de verificar cuándo será. No estoy nada acostumbrado a ver recortes reales del gasto en el sector eléctrico.
Un salto hacia el futuro eléctrico
No es la primera vez que Italia y Grecia colaboran en este ámbito. Ya en 2002 se construyó un cable eléctrico submarino de 400 kV CC con una capacidad de transporte bidireccional de 500 MW. GR.ITA 2 representa un importante punto de inflexión en términos de capacidad y ambición.
Con una capacidad de 1.000 MW y una inversión estimada en 750 millones de euros, la nueva conexión será mucho más potente que la anterior.
Apenas hemos comenzado a explorar cuánta energía podría provenir de fuentes renovables y cómo proyectos como este cambiarán la forma en que vivimos, un gigavatio a la vez.