Takeshi Shirasaka de Alps Electric mostró los últimos avances en los estudios que su empresa está realizando con el objetivo (sic.) de "cambiar la interfaz hombre-coche en 5-6 años".
Se trata de un sistema que hace un uso extensivo de los infrarrojos (una 'esfera' situada en la zona adyacente al freno de posicionamiento se utiliza como una especie de 'ratón óptico' para interactuar con los gestos del conductor), pantallas de gran tamaño y tecnologías 'predictoras' capaces recomendar carreteras, cadencias de conducción y soluciones, adaptándose a las capacidades de quien conduce el coche.
El sistema también 'reconoce' al propietario, distinguiendo entre sus gestos y los de un pasajero (o un atacante, ed.)
Finalmente, un innovador mecanismo táctil transforma una caja de cambios 'manual' en automática según el tipo de conductor, resolviendo radicalmente el antiguo dualismo.
Échale un vistazo y luego cuéntame.