Hay alrededor de 100 mil millones de neuronas en el cerebro de un ser humano adulto y cada una de estas neuronas está conectada a cientos de otras para un total de aproximadamente 150 mil millones de conexiones en total. La neurociencia está descubriendo que es el patrón de estas conexiones, la estructura de esta inmensa red neuronal, que es en gran parte responsable de la funcionalidad del cerebro, en otras palabras, de nuestra vida mental: todo lo que escuchamos, pensamos, sentimos o hacemos.
Nuestros recuerdos, nuestro yo y nuestra propia identidad personal estarían codificados en nuestro cerebro como patrones de conexión particulares. Solo recientemente la tecnología ha alcanzado un nivel que permite a los neurocientíficos intentar mapear este verdadero "universo" que está dentro de nuestro cráneo. Esta fascinante empresa científica que aún está en pañales toma el nombre de "conectomía".
La conectómica es para la neurociencia como la genómica es para la genética. La genética estudia genes individuales o grupos de estos, mientras que la genómica abarca el estudio de todo el patrimonio genético de un organismo.
Del mismo modo, la conectómica tiene como objetivo hacer un salto similar en amplitud, en lugar de estudiar células neuronales individuales o grupos de neuronas, su objetivo es estudiar partes del cerebro que contienen miles de millones de células. El desafío tecnológico es notable: solo piense que un conjunto completo de imágenes de un cerebro completo con una resolución necesaria para distinguir las sinapsis que conectan las diversas neuronas entre sí contendría cientos de petabytes de información (para tener una idea de lo que esto significa pensar que esta es la cantidad de memoria ocupada en todos los "centros de datos" de Google en todo el mundo).
Entre los científicos que se embarcaron por primera vez en la hazaña de intentar crear un diagrama de circuito cerebral similar, hay jeff lichtman, neurocientífico de la Universidad de Harvard, inventor de una máquina sin la cual no sería posible pensar en darse cuenta de todo esto. La invención de Lichtman es una máquina capaz de generar automáticamente mapas de alta resolución de tejido neural, el equivalente neurocientífico de las máquinas de secuenciación de ADN que han permitido acelerar enormemente el tiempo de finalización del proyecto del genoma humano.
El dispositivo del que estamos hablando, llamado ALTUM, utiliza una cuchilla muy delgada en particular para "cortar" el cerebro para mapearlo en tiras muy delgadas que luego son escaneadas automáticamente y "fotografiadas" por un microscopio electrónico. Las imágenes así obtenidas son adquiridas por una computadora que, gracias a un software de reconstrucción tridimensional particular, las monta para crear una reconstrucción 3D del tejido cerebral con resolución manométrica (es decir, del orden de 10 ^ -9 m).
Para conocer más sobre el tema, recomiendo a todosconferencia interesante del físico y neurocientífico Sebastián Seung, profesor en el MIT y pionero de la investigación en el campo de la conectomía, así como brillante profesor.
Las implicaciones de una aventura científica como la conectómica son muy amplias. Al abrir el camino para comprender las bases neuronales de la personalidad, la inteligencia, la identidad y la memoria, no solo podríamos encontrar la cura para muchas y graves enfermedades psiquiátricas como el autismo o la esquizofrenia, sino que podremos crear máquinas realmente inteligentes, computadoras que piensen siguiendo los mismos principios del funcionamiento del cerebro humano.
Los esfuerzos que se están realizando con proyectos como el proyecto Blue Brain (puedes encontrar quiénes un artículo en profundidad sobre este tema en sf) reconstruir un cerebro virtual simulándolo gracias a las supercomputadoras ya va en esta dirección. Sin embargo, las implicaciones podrían ser aún más extremas porque, como menciona el profesor Seung en la conferencia que acabo de mencionar, estos nuevos mapas del conectoma podrían incluso permitirnos "cargar" el contenido de nuestros cerebros a una computadora, lo que nos permite alcanzar un nivel real y propia "inmortalidad cibernética".
Este tipo de procedimiento (que está vinculado a lo que habló Ugo Spezza en su artículo reciente sobre la preservación del cerebro) toma el nombre de "carga mental" y es uno de los "temas candentes" del transhumanismo. Si ahora se está preguntando: "¿qué es exactamente el transhumanismo?" Te invito a leer el post (quiénes el enlace) en mi blog donde trato de dar una respuesta introductoria a esta pregunta.
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