Investigadores de IMDEA en España han desarrollado un extraordinario método de producción de combustible. En pocas palabras: convierte el agua, el dióxido de carbono y la luz solar en queroseno de aviación, lo que potencialmente abre la puerta a una reducción significativa de las emisiones de CO2 en una industria con una enorme huella de carbono.
Si bien no es tan peligroso como el "negocio de la moda", la aviación sigue siendo responsable de 2-5% de las emisiones globales. Muchas empresas están desarrollando alternativas más limpias al queroseno (el derivado del petróleo crudo que ahora impulsa los vuelos comerciales de larga distancia en todo el mundo). Sin embargo, aún no se ha desarrollado un combustible que haga que estos vuelos sean realmente cero netos. O al menos así fue hasta que se anunció IMDEA.
Vuelos de larga distancia netos cero
“Somos los primeros en mostrar la cadena de procesos termoquímicos desde el agua y el CO2 hasta el queroseno en un sistema de torre solar totalmente integrado y completo. Hemos demostrado que con nuestra tecnología solar podemos producir queroseno sintético a partir de agua y dióxido de carbono en lugar de depender de los combustibles fósiles”, dice el profesor aldo steinfield de la ETH Zúrich.
El CO2 liberado durante la combustión del queroseno en un motor a reacción es igual al consumido durante su producción en la planta solar. Esto hace que el combustible sea neutro en carbono. Sobre todo si utilizamos como ingrediente el CO2 capturado directamente de la atmósfera, ojalá en un futuro no muy lejano.
Queroseno sintético y perspectivas de futuro
En 2017, el grupo detrás de este increíble proyecto comenzó a trabajar en la planta de fabricación de combustible solar en el Instituto IMDEA Energía en España. En el mismo sitio, el grupo de investigación también probó el concepto. La instalación incluye 169 paneles reflectantes para seguir el sol y la luz solar directa hacia un reactor en la parte superior de la torre, lo que da como resultado reacciones de reducción de oxidación (redox).
¿Qué hay dentro del reactor? Un material poroso basado en óxido de cerio hace que el agua y el dióxido de carbono se conviertan en gas de síntesis (una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono). Esta mezcla luego se alimenta a un convertidor de gas-líquido para convertirse en queroseno.
Durante los nueve días de prueba, el reactor solar trabajó con un '4% de eficiencia energética. Este es el porcentaje en el que la energía solar se ha convertido en producción de combustible líquido. En el futuro, el equipo espera realizar mejoras en el diseño. El objetivo es aumentar la eficiencia a más del 15%.
Los primeros resultados son alentadores: además, una planta de este tipo puede considerarse un hito en la producción de combustibles de aviación sostenibles.