Combustibles verdes luciérnaga, una nueva empresa de Bristol, Reino Unido, quiere cambiar el rostro de la aviación con una propuesta revolucionaria: convertir los desechos humanos en combustible para aviones. Una iniciativa que promete reducir la huella de carbono de los vuelos, y con una materia prima verdaderamente… generalizada.
El nuevo tipo de combustible “propulsado por humanos”, probado y verificado de forma independiente por los reguladores de la industria de la aviación, es idéntico al utilizado tradicionalmente en los motores a reacción. Su producción ofrece una solución potencialmente revolucionaria para reducir la huella de carbono de una industria notoriamente contaminante.
Revolución eléctrica: buenas y malas noticias
La industria de la aviación es responsable de aproximadamente el 2,5% de las emisiones globales de carbono. Si bien este porcentaje puede parecer modesto, su importancia se ve realzada por el hecho de que sólo una pequeña porción de la población mundial viaja por vía aérea y se espera que el sector siga creciendo en el futuro.
Ante esta realidad, la búsqueda de combustibles de aviación sostenibles (SAF) se ha convertido en una prioridad. También porque los intentos de descarbonizar el sector mediante el uso de aviones electricos o impulsado por hidrógeno, aunque prometedores, todavía están en su infancia. Estamos a años de sustituir los grandes aviones que actualmente utilizan combustibles fósiles. Una situación verdaderamente impactante...
…Excremento.
Convertir desechos humanos en combustible para aviones es un ejemplo de cómo la ciencia y la innovación pueden ayudar a resolver problemas complejos de sostenibilidad.
El proceso, desarrollado en colaboración con el químico. sergio lima del Imperial College de Londres, consiste en convertir los excrementos en un líquido espeso y negro similar al petróleo crudo, que luego se refina para producir combustible.
¿El potencial de esta tecnología? Evalúate a ti mismo. Firefly Green Fuels estima que tratar las aguas residuales de 10.000 personas durante un año puede generar suficiente combustible para un vuelo de Londres a Nueva York. Mmm.
Si consideramos a toda la población del Reino Unido, la sociedad podría satisfacer hasta el 5% de la demanda de combustible de aviación. Una contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un futuro sólido y verde (yo habría dicho marrón)
Firefly Green Fuels se está centrando en la construcción de una planta de demostración a gran escala en el Reino Unido. ¿La visión de la empresa? Proporcionando una solución sostenible para la aviación, por supuesto. Pero también establecer un modelo para el tratamiento y uso eficaz de los excrementos humanos, un material disponible en abundancia y actualmente infravalorado.
La perspectiva de vuelos de impacto cero gracias a esta innovadora tecnología abre nuevas fronteras para el sector aeronáutico y para la gestión sostenible de residuos.
Después de todo, de estas cosas, decía el Poeta, nacen las flores.