Desde que Plutón fue degradado a planeta enano en 2006, nuestro Sistema Solar parece haber perdido parte de su encanto. Pero si las teorías de algunos científicos resultan correctas, podríamos darle la bienvenida a un nuevo y misterioso miembro de nuestra familia planetaria: el noveno planeta.
Escondido en las profundidades del espacio, más allá de la órbita de Neptuno, este mundo aún hipotético copa los titulares gracias a nuevas investigaciones que parecen reforzar su existencia. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre el noveno planeta y qué nos espera en la búsqueda de este esquivo gigante del Sistema Solar exterior? Si tienes dos minutos te lo cuento.
Pistas celestes: las órbitas anómalas de los objetos transneptunianos
La historia del noveno planeta comienza con una anomalía celeste: las extrañas órbitas de algunos objetos ubicados más allá de Neptuno, en la región más remota de nuestro Sistema Solar. Estos órganos, conocidos como objetos transneptunianos o TNO, tienen trayectorias que parecen estar influenciadas por algo invisible y misterioso.
El caso más llamativo es el de Sedna, un planeta enano descubierto en 2004 por Caltech que ostenta el récord del objeto más distante jamás observado en el Sistema Solar. Sedna tiene una órbita extremadamente elíptica inclinada al plano del Sistema Solar, un comportamiento que los astrónomos luchan por explicar sin invocar la presencia de un cuerpo masivo oculto.
Y Sedna no está sola: A medida que los científicos han descubierto más TNO, ha surgido un patrón que sugiere la existencia de "algo" que altera sus órbitas. ¿Qué podría ser? Bammm… La música de esos shows de misterio, los del chupacabras, encaja bien aquí. No estoy bromeando. Es decir, misterios sí, pero siempre científicos.
El sospechoso: un noveno planeta 'oculto'
Konstantin Batyguin e Mike Brown Son los dos investigadores planetarios de Caltech que popularizaron la teoría del noveno planeta. Su idea, nacida un poco como una broma como reacción a la degradación de Plutón, es que las anomalías orbitales de los objetos transneptunianos pueden explicarse por la influencia gravitacional de un planeta aún no descubierto.
Este hipotético noveno planeta, o P9 como se le llama cariñosamente, sería un gigante gaseoso similar a Neptuno, con una masa aproximadamente entre 5 y 10 veces la de la Tierra y una órbita extremadamente alargada que lo llevaría a distancias hasta 1000 veces mayores. entre la Tierra y el Sol. Un año en P9 duraría miles de años terrestres. Hice que la IA lo "imaginara", puedes verlo en la imagen principal de este artículo.
Hasta ahora nadie ha conseguido observar directamente el noveno planeta, pero esto no ha desanimado a Batygin y Brown. De hecho, en dos nuevos estudios, uno Publicado enRevista astronomica y el otro compartido en ArXiv pero aún no revisado por pares (Vincularé esto también), los dos investigadores dicen que la evidencia sobre P9 se está acumulando.
Nueva investigación sobre el noveno planeta: un misterio cósmico cada vez más intrigante
Al analizar un número cada vez mayor de TNO, como se mencionó anteriormente, Batygin y Brown argumentan que la mejor y más simple explicación para sus extrañas órbitas es que están atrapados en las "perturbaciones gravitacionales" de un planeta que aún no hemos identificado.
Hasta cuándo seguiremos con esta historia, dirán algunos impacientes. No tanto, amigos. Los investigadores están entusiasmados con el potencial del futuro observatorio Vera C. Rubín en Chile, que se encenderá en 2025. Ese será el momento de la verdad, dado que la Vera C. Rubin tendrá la sensibilidad necesaria para encontrar el Planeta 9 en prácticamente todas las posiciones esperadas.
Esta próxima fase de exploración promete proporcionar información crucial sobre los misterios de las regiones más exteriores de nuestro Sistema Solar.
Konstantin Batyguin e Mike Brown en el artículo de arXiv
¿Y si lo encuentran? Un nuevo miembro en la familia planetaria
La idea de un mundo oculto en el borde de nuestro Sistema Solar sigue fascinando a científicos, entusiastas de la astronomía y partidarios de teorías más "heréticas". La confirmación de un noveno planeta sería un descubrimiento trascendental, comparable al de Neptuno en 3.
Además de reescribir los libros de texto, este descubrimiento podría abrir nuevas fronteras en la exploración espacial. ¿Qué podría contener este mundo tan lejano y diferente a todo lo que conocemos? ¿Quizás formas de vida exóticas, adaptadas a condiciones extremas? ¿O pistas sobre los orígenes y la evolución de nuestro Sistema Solar?
Por ahora, estas son sólo especulaciones. Pero una cosa es segura: la búsqueda del noveno planeta seguirá fascinándonos hasta el gran final.