Hay esperanza para los 10 millones de personas en todo el mundo que viven con Parkinson, devastadora enfermedad neurodegenerativa y de momento sin cura. Proviene de un estudio publicado en New England Journal of Medicine (lo enlazo aqui).
Según los investigadores, un fármaco habitualmente utilizado para la diabetes, la lixisenatida, sería capaz de frenar el empeoramiento de los síntomas motores asociados al Parkinson, como temblores, lentitud de movimientos y problemas de equilibrio.
¿Un nuevo capítulo en la lucha contra el Parkinson?
Investigación, realizado en Francia en 156 pacientes con Parkinson en etapa temprana, compararon los efectos de la lixisenatida (vendida bajo las marcas Adlyxin y Lyxumia) con los de un placebo.
¿Y después de un año de seguimiento? El grupo tratado con el fármaco. no mostraron ningún empeoramiento de los síntomas motores, a diferencia de los que recibieron el placebo.
Un resultado que, aunque definido como "modesto" por los propios autores, podría abrir nuevos escenarios en la batalla contra esta enfermedad.
Es la primera vez que tenemos resultados claros, que demuestran un impacto en la progresión de los síntomas y lo explicamos con un efecto neuroprotector.
Olivier Rascol, neurólogo de la Universidad de Toulouse y autor principal del estudio.
Esperanza en los agonistas del receptor GLP-1
La lixisenatida es parte de una clase de medicamentos llamados Agonistas del receptor de GLP-1, que imitan una hormona intestinal y se usan comúnmente para tratar la diabetes y la obesidad. Los investigadores llevan mucho tiempo interesados en explorar su potencial para proteger las neuronas, pero hasta ahora la evidencia de beneficios clínicos en pacientes con Parkinson era limitada y los estudios iniciales no eran concluyentes.
Luces y sombras de los resultados.
Obviamente, se necesita precaución y se necesita más investigación para confirmar la seguridad y eficacia antes de que se pueda considerar el tratamiento para los pacientes. Los propios expertos no están en sintonía.
michael okun, director médico de la Fundación Parkinson, señaló que las diferencias en los resultados de los pacientes no fueron clínicamente significativas. Aunque merece interés y atención desde el punto de vista estadístico y comparativo con otros estudios. También expresó su preocupación por los efectos secundarios de la pérdida de peso, potencialmente problemáticos para los pacientes de Parkinson.
Rodolfo Savica, profesor de neurología de la Clínica Mayo en Minnesota, EE.UU., añadió que los datos sugieren un posible efecto, pero que el estudio ciertamente debería replicarse. También señaló que al haber agrupado a los pacientes entre 40 y 75 años, un análisis por grupo de edad podría revelar las edades en las que el tratamiento es más efectivo.
Parkinson, tal vez encontramos algo.
En resumen, nos enfrentamos a resultados prometedores pero preliminares, que requieren mayor confirmación antes de que podamos llamarlo un milagro. Sin embargo, representan un importante paso adelante en la comprensión de los mecanismos del Parkinson y las posibles estrategias terapéuticas para frenar su progresión.
Los propios autores del estudio dicen que están ansiosos por ver los resultados de otros ensayos futuros, que podrían proporcionar el sello definitivo a sus hallazgos. El camino hacia una cura eficaz para el Parkinson es todavía largo y tortuoso, pero cada pequeño avance es una victoria para los millones de personas que viven con esta enfermedad.
Una esperanza que, como siempre, es la última en morir. Y hoy, gracias a este estudio, está un poquito más vivo.