En la era del streaming y la televisión bajo demanda, la idea de tener que introducir monedas en una máquina tragamonedas para ver una película o un evento deportivo en tu televisor puede parecer absurda.
Sin embargo, hace 70 años, esto era exactamente lo que Telémetro, un ambicioso experimento de televisión de pago que, si bien no fue tan exitoso como se esperaba, sentó las bases para muchas de las innovaciones que hoy damos por sentadas en el mundo del entretenimiento televisivo.
Una televisión a la carta en los años 50
La idea detrás del Telemeter nació en los primeros años de la posguerra. en 1951, Paramount adquirió el 50 por ciento de International Telemeter Corporation, la empresa que había desarrollado la tecnología de codificación necesaria para el servicio. en 1952, la tecnología se probó brevemente por aire en Los Ángeles. Pero fue en 1953 que el Telemeter vio su primera implementación real en Palm Springs, California.
El Telemeter parecía una especie de radio colocada encima del televisor. Ofrecía tres canales de pago adicionales, transmitidos por cable desde un estudio exclusivo. Dentro del dispositivo había un aceptador de monedas y, (increíble, para mí) una grabadora o una perforadora de tarjetas.
¿Cómo funcionó?
Para acceder a los programas bajo demanda, el usuario primero debía escuchar una audio descripción de los tres programas disponibles, seleccionable mediante un control llamado “Información del programa”. Una vez elegido el programa deseado, todo lo que tenía que hacer era introducir las monedas en el aceptador de monedas correspondiente. El dispositivo no daba cambio, pero registraba el exceso de crédito para futuras compras.
¿Y para qué servía la grabadora o la perforadora dentro del Telemeter? Esto es bonito. Se utilizaba para tener en cuenta los programas adquiridos por el usuario. Cada mes o dos, un empleado venía a vaciar la máquina de monedas y cambiar la cinta o las tarjetas. Los datos se utilizaron para verificar que las monedas correspondieran a las compras y generar estadísticas sobre hábitos de visualización. Además de las cookies actuales, y el tratamiento de datos.
La prueba de Palm Springs
En Palm Springs, Telemeter logró conectar 70 hogares. La primera película transmitida fue “Forever Female”, protagonizada por Ginger Rogers y William Holden, con un costo de 1 dólar. Entre los suscriptores ilustres se encontraba también el famoso actor Bob Hope. en 1954, el servicio había llegado a 148 usuarios, con un gasto promedio de 10 dólares al mes por suscriptor. Pero la oposición de los propietarios de los autocines, que presentaron una demanda, y la dificultad para encontrar películas para emitir provocó el cierre del servicio ese mismo año.
Si te preguntas cuál era el contenido de los mensajes, aquí te dejamos uno de los comerciales de la campaña mediática que lanzaron contra la televisión paga.
La televisión canadiense a la carta duró un poco más
en 1959, el Telemeter renació en Canadá, donde permaneció activo durante otros 6 años, hasta 1965. en 1960, el servicio había conectado a 1.000 suscriptores en el área de Toronto. A pesar de la incorporación de eventos deportivos y películas originales, el servicio bajo demanda con televisión que funciona con monedas tampoco tuvo éxito allí.
En su pico, en 1965, tenía 5.800 suscriptores, pero cuando dejó de operar quedaban menos de la mitad, 2.500.
Los costos del servicio.
Conectarse al Telemeter no fue barato. En la versión Palm Springs, la instalación de la caja costaba casi 22 dólares (unos 200 euros hoy en día). Las películas cuestan entre 1 y 1,25 dólares (9-11,50 euros hoy).
En la versión canadiense, el coste de la conexión era de 5 dólares (unos 50 euros actuales). Un servicio para la clase media, en definitiva. Quizás un poco más. Sin duda, considerado un lujo para la época.
Sistemas en competencia
El Telemeter, sin embargo, no fue el único experimento de televisión a la carta de las décadas de 50 y 60. Zenith propuso el Television, que utilizó líneas telefónicas para descifrar la señal. RCA e Skiatrón desarrollaron Subscriber-Vision, que utilizaba tarjetas perforadas. en 1957, en Bartlesville, Oklahoma, se probó un sistema más similar a la televisión por cable moderna. Todos "experimentos" que luego conducirían a la próxima tecnología.
Bajo demanda, el legado
A pesar de su fracaso comercial, Telemeter anticipó muchas de las tendencias que revolucionarían la televisión a la carta décadas después. La idea de pagar por contenidos exclusivos, rastrear hábitos de visualización y ofrecer una experiencia personalizada son todos elementos que encontramos hoy en el streaming y la TV paga.
En cierto sentido, el Telemeter abrió el camino a una nueva forma de concebir la televisión, ya no como un simple medio gratuito, sino como una experiencia de valor añadido.
Hoy en día, mientras disfrutamos de la comodidad de la televisión a la carta, vale la pena recordar a pioneros como el Telemeter (o como la voz maestra, asistente de voz 40 años adelantado a su tiempo). Proyectos que tuvieron el coraje de desafiar el status quo y proponer nuevos modelos de negocio. Su legado nos recuerda que la innovación es un proceso continuo de prueba, error y éxito inesperado.