El hombre siempre ha soñado con convertir el plomo en oro y ahora ese sueño se ha hecho realidad. Casi. Porque no es plomo, sino setas. Y no de magia, sino de ciencia. Gracias a un grupo de brillantes investigadores indios que descubrieron cómo extraer nanopartículas de oro de una especie local de hongos, Termitomyces.
Un avance que podría revolucionar no sólo el mundo de la nanociencia, sino también la economía y el medio ambiente de toda una región. Prepárate para sorprenderte.
El tesoro escondido en los bosques de Goa
Olvídate de los buscadores de oro con el tamiz en la mano. En la región india de Goa, el verdadero tesoro se esconde bajo tierra, pero no tiene nada que ver con pepitas o vetas de oro. Estamos hablando de setas. Termitomyces, conocido localmente como “roenolmi”. Estas deliciosas setas (se dice que quedan fantásticas a la plancha), muy arraigadas en la cultura gastronómica de la zona, han resultado ser una mina de oro. Literalmente.
Gracias al sensacional descubrimiento del médico. Sujata Dabolkar y del Dr. Nandkumar Kamat de la Universidad de Goa. En su estudio “Biosíntesis y caracterización de nanopartículas de oro producidas utilizando pellets de Termitomyces” (lo enlazo aqui), los dos científicos han desvelado el secreto para transformar estos hongos en auténticos "generadores" de oro a escala nanométrica. Cuando, entre los primeros en Italia (o quizás los primeros en la historia) introdujimos el tema deagrominería No pensábamos que las plantas y los hongos pudieran convertirse en verdaderas minas.
Del suelo al tubo de ensayo: la receta de las nanopartículas
¿Pero cómo se consigue el oro de las setas? No te preocupes, no necesitas una varita mágica. El truco está en el método de cultivo. Ya en 2019 una investigación australiana (este) Había notado la capacidad de los hongos para "extraer" oro. En ese caso se trataba de fusarium oxsporum. Hoy en la India han descubierto que cultivando Termitomyces en un ambiente estrictamente controlado se pueden obtener pellets puros, perfectos para la síntesis de nanopartículas de oro.
Se trata de una auténtica revolución verde en el campo de las nanociencias. No más procesos químicos contaminantes ni maquinaria costosa: solo un hongo (y una pizca de conocimiento). El Dr. Kamat no tiene dudas: esta técnica marca el comienzo de una nueva era en la producción sostenible de nanopartículas.
Más que oro: aquí hablamos de "verde"
Las ventajas de este descubrimiento, por supuesto, no se limitan al laboratorio. El Dr. Dabolkar señala que la demanda de nanopartículas de oro en los mercados internacionales se está disparando. Traducido: extraer oro de los hongos podría traer buenos ahorros a las arcas de Goa.
Y no es sólo una cuestión de dinero. La región, de hecho, es un verdadero oasis de biodiversidad. Gracias al Protocolo de Nagoya (un acuerdo internacional sobre biodiversidad), Goa podría explotar de manera sostenible este patrimonio natural, compartiendo las ganancias en partes iguales con las comunidades locales. Un verdadero tesoro verde de justicia social.
¿El oro del futuro? Sostenible (y con sabor a champiñones)
En resumen, el hongo "dorado" de Goa puede ser mucho más que una curiosidad científica. Podría ser el símbolo de una nueva forma de hacer investigación e innovación, atenta al medio ambiente, las comunidades y las tradiciones.
En un mundo que avanza hacia un futuro cada vez más tecnológico, pero también cada vez más incierto desde el punto de vista ecológico y social, ejemplos como este son más preciosos (hay que decirlo) que el oro. Porque nos recuerdan que otro camino es posible. Que podemos explotar los recursos de la naturaleza sin destruirla y que podemos crear riqueza sin empobrecer los territorios y las personas.
Quizás no sea la piedra filosofal, pero está cerca.