En el corazón de las profundidades marinas, donde reina el silencio, una revolución tecnológica está transformando los cables ópticos submarinos, guardianes silenciosos de nuestras comunicaciones, en avanzados sensores ambientales. Gracias a un descubrimiento del Laboratorio Nacional de Física, el fondo del océano se abre a una nueva era de monitoreo, prometiendo avances significativos en la detección de terremotos y tsunamis submarinos.
Un mar de datos
Los cables ópticos submarinos, arterias vitales de nuestra sociedad conectada, están destinados a convertirse en herramientas cruciales para la ciencia. Un estudio publicado en la revista Science (lo enlazo aqui) revela cómo estos cables pueden funcionar como una red extendida de sensores ambientales. Se trata de un avance significativo en la observación de nuestro planeta y nos ofrece una perspectiva sin precedentes del mundo submarino.
Los principales problemas en el seguimiento de los océanos siempre han sido el elevado coste y la complejidad técnica de instalar sensores fijos en el fondo marino. La investigación realizada por el NPL y sus socios allana el camino para un seguimiento generalizado y económicamente sostenible de los océanos. Y utilizando la infraestructura existente, para empezar.
¿Cables ópticos para la detección de terremotos y tsunamis? Sí puede.
Estudios previos en Caltech (Hablé de eso aquí, noticia a escondidas debido al Covid) ya había demostrado la posibilidad de utilizar cables ópticos submarinos para identificar terremotos. La novedad radica en la capacidad de transformar estos cables ópticos en conjuntos de sensores, aumentando exponencialmente la precisión y eficacia de la detección.
Las pruebas realizadas en un enlace transatlántico han permitido detectar terremotos y otras anomalías oceánicas con increíble detalle. Un detalle sin precedentes.
Hacia un futuro seguro
El potencial más interesante de esta tecnología está vinculado a la prevención de desastres. La capacidad de detectar terremotos que pueden generar tsunamis en tiempo real ofrece una ventana crucial para evacuar y proteger a las poblaciones en riesgo. El equipo de investigación liderado por el italiano Giuseppe Marra Tiene previsto ampliar las pruebas a cables situados en zonas de alta actividad sísmica, como el Océano Pacífico.
La innovación tecnológica nos está llevando hacia un futuro en el que nuestra capacidad para monitorear y comprender el planeta alcanzará niveles nunca antes vistos. Los cables ópticos submarinos, que alguna vez fueron simples conductores de datos, están en camino de convertirse en herramientas vitales en la lucha contra los desastres naturales.