El mundo es testigo del ascenso económico de los BRICS y sus ampliación reciente, tres actores globales emergentes que son "transversales" a cualquier alianza están planeando estrategias de crecimiento muy ambiciosas. Se trata de India, Indonesia e Arabia Saudita. En una carrera por alcanzar el nivel de las economías de altos ingresos en los próximos 25 años, estas naciones se están posicionando con una estrategia verdaderamente agresiva.
La carrera hacia el crecimiento económico
En un mundo cada vez más interconectado, la búsqueda de un crecimiento económico sostenible e inclusivo ya no es una opción. Es una necesidad. Esta es la razón por la que tres países con grandes poblaciones y abundantes recursos tienen una oportunidad única de transformarse en potencias económicas líderes.
India: revolución de la alta tecnología
India, encabezada por el Primer Ministro Narendra Modi, aspira a convertirse en una potencia tecnológica mundial. Con su ambicioso planean producir microchips y teléfonos inteligentes, India pretende posicionarse como un centro de innovación y tecnología de fabricación. Una transformación que incluye inversiones en infraestructura digital, políticas favorables a la atracción de inversión extranjera en el sector tecnológico e iniciativas como "Make in India" y "Digital India", que tienen como objetivo promover la industria manufacturera local y la alfabetización digital.
India, ya conocida como un gigante en el sector de servicios de TI, ahora quiere ampliar su alcance en el sector manufacturero. ¿El objetivo? Convertirse en un competidor directo de países como China en el mercado global de dispositivos electrónicos.
Indonesia: el gigante del níquel
Indonesia está estratégicamente posicionada para aprovechar el creciente mercado de energías renovables, particularmente en el sector de baterías de vehículos eléctricos.
Con sus vastas reservas de níquel, Indonesia no sólo se limita a la extracción de minerales, sino que también se está adentrando en el proceso de producción, desde el refinado de níquel hasta la producción de baterías para vehículos eléctricos. Este esfuerzo va acompañado de políticas gubernamentales para atraer inversión extranjera y promover iniciativas de desarrollo tecnológico.
Indonesia aspira a convertirse en líder en el suministro de materiales para baterías a nivel mundial, posicionándose como un actor crucial en la transición hacia un futuro más verde y sostenible. Y tiene todas las credenciales para hacerlo.
Arabia Saudita: todo pasa por la diversificación
Arabia Saudita aspira a emprender una de las transformaciones económicas más significativas de su historia. Con el plan “Visión 2030”, el país pretende reducir su dependencia del petróleo y diversificar su economía a través de inversiones en sectores como el turismo, las energías renovables, la educación y la tecnología. Un increíble, enorme cambio de sentido que hoy parece algo lunar, imposible.
Arabia Saudita está invirtiendo mucho en proyectos futuristas (y algo locos) como la ciudad de neom, un proyecto de 500 mil millones de dólares para una metrópolis ecológica y tecnológicamente avanzada. Estos esfuerzos apuntan a transformar al país en un centro de innovación y atracción de empresas y talentos de todo el mundo, delineando un futuro que va mucho más allá de su identidad histórica como líder en el sector petrolero.
Retos y posibilidades en el futuro de estos “tres mosqueteros”
He mencionado algunos detalles de tres trayectorias que requerirían mucho tiempo y mucho análisis. Trayectorias que contemplan el cambio de las economías nacionales individuales, y un reposicionamiento estratégico en el panorama económico global.
Obviamente, el futuro no está escrito y el futuro podría ver el “ascenso a las estrellas” de uno o de los tres países que he considerado fracasar. Estos procesos plantean riesgos importantes, especialmente para los países en desarrollo. La competencia internacional, la dinámica del mercado que cambia rápidamente y la necesidad de preservar el medio ambiente son sólo algunos de los complejos problemas que enfrentan estos países.
India, Indonesia, Arabia Saudita: tres puertas corredizas hacia el futuro del mundo
El camino de India, Indonesia y Arabia Saudita hacia un futuro económicamente próspero está lleno de desafíos, pero también de inmensas oportunidades. Su éxito no sólo dependerá de las políticas internas, sino también de su capacidad para navegar eficazmente en un entorno económico global en constante cambio.
El mundo observa con interés cómo estos países darán forma a su destino económico y, con él, al orden económico mundial del siglo XXI.