Si te digo "coco" y "limón", ¿se te ocurre una bebida fresca de verano o ingredientes para una agradable velada de cocina fusión? A un grupo de investigadores del KTH Royal Institute of Technology de Estocolmo no se les ocurre ninguna de estas cosas. Para ellos, el coco y el limón son la base de un material de construcción innovador, sostenible y energéticamente eficiente. ¿Como funciona? Veamos juntos.
Madera de coco y limonero: la génesis de una innovación
En el corazón de este descubrimiento (detallado en un estudio que te enlazo aquí) se crea una especie de "batería térmica" que combina las propiedades aislantes de la madera con extractos de piel de limón y aceite de coco.
Durante el día, la estructura de madera de este material se vuelve transparente, permitiendo almacenar el calor solar y mantener frescos los ambientes internos, además de favorecer la iluminación natural. Por la noche, en cambio, libera el calor acumulado y se vuelve opaco, contribuyendo así al ahorro energético (y ofreciendo privacidad).
La magia ocurre gracias a la sustracción de lignina de la madera, para crear "poros" abiertos en su superficie. Luego, estos poros se llenan con extractos de cáscara de cítricos y aceite de coco, que permiten que el material almacene o libere energía según sea necesario.
Una innovación que tiene estilo propio
La fuerza de este material radica en su sencillez química. Las moléculas de coco, a través de la transición de sólido a líquido y viceversa, son capaces de absorber o liberar energía, similar al proceso de derretir y congelar el agua. Esto permite regular la temperatura de las habitaciones de forma natural y eficiente.
Si la temperatura supera los 24 grados, el material se enfría. Si cae por debajo de ese umbral, el material se calienta. El equipo de investigación estimó que 100 kilogramos (220 libras) de material pueden ahorrar 2,5 kilovatios hora por día en calefacción y/o refrigeración.
Madera, coco y limón: sígueme para otras recetas energéticas
Si se ve tanto ingenio es porque es evidente la urgencia de encontrar soluciones sostenibles en el sector de la construcción. Según la Agencia Internacional de la Energía, las operaciones de construcción representan el 30% del consumo energético global y el 26% de las emisiones globales del sector energético. En este contexto, el material desarrollado por los investigadores del KTH podría desempeñar un papel crucial a la hora de reducir el impacto medioambiental de la construcción (aunque yo pensaría un poco también en cáñamo).
Aunque hasta ahora sólo se han creado estructuras de tamaño limitado con este material, los investigadores son optimistas sobre su aplicabilidad a gran escala. Al laminar capas delgadas, se pueden preparar paneles grandes y gruesos para aplicaciones escalables. Esto allana el camino para un futuro en el que nuestras casas y edificios no sólo puedan ser más sostenibles y de bajo impacto, sino que también contribuyan activamente a controlar el clima interior de forma natural.
En fin
El enfoque innovador adoptado por investigadores suecos, que combinan materiales naturales simples como el coco y el limón con tecnología moderna, representa un excelente ejemplo de cómo la ciencia puede contribuir a un futuro más verde.
No se trata sólo de ahorrar energía o reducir emisiones, sino de reimaginar por completo la forma en que construimos nuestro mundo.