Cuando pensamos en el daño causado por fumar cigarrillos, nuestra mente inmediatamente se centra en el cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias. Hay más. Un estudio reciente publicado en Psiquiatría Biológica (lo enlazo aqui) arroja luz sobre un efecto aún más alarmante: la reducción del volumen cerebral, que puede provocar demencia y Alzheimer.
El estudio, que involucró más de 32.000 personas europeas, reveló que fumar a diario también puede acelerar los procesos de envejecimiento cerebral y aumentar el riesgo general de enfermedades neurodegenerativas.
El cerebro en humo
El equipo de investigación examinó datos de comportamiento, escáneres cerebrales y factores de riesgo genéticos para determinar el impacto directo del tabaquismo en el volumen cerebral. Su análisis estadístico mostró que fumar diariamente en realidad conduce a una reducción del volumen cerebral, con un impacto aún más pronunciado en los fumadores empedernidos. El envejecimiento ya conduce a una reducción natural del volumen cerebral, pero fumar cigarrillos acelera significativamente este proceso, provocando un envejecimiento prematuro del cerebro.
Eso no es todo: el estudio estima que El 14% de los casos mundiales de enfermedad de Alzheimer pueden ser atribuibles al tabaquismo. ¿La buena parte de la noticia? Los investigadores señalan que dejar de fumar puede detener el proceso de daño, a la espera de que la investigación encuentre formas para reparar este daño.
Cigarrillo, acabemos con esto.
Creo que es una buena advertencia para la salud pública que fumar cigarrillos no sólo es una amenaza para la salud física, sino también para la salud cerebral. Romper esta dependencia es una estrategia crucial, y los Estados que están lidiando con el problema lo están haciendo bien incluso con medidas súper drásticas (las Nueva Zelanda primero luego Canada e Dinamarca).
En una era en la que aumenta la conciencia sobre los peligros del tabaquismo, este estudio añade otra pieza importante a la comprensión de sus efectos devastadores. Cuanto más investigamos esta basura, más consecuencias salen a la luz: dejar de fumar no es sólo una opción para la salud física, sino un paso fundamental para preservar la salud y la integridad de nuestro cerebro.
Vuelvan en sí, fumadores, y apaguen ese cigarrillo.