En un estudio que podría redefinir nuestra comprensión del Alzheimer, los investigadores han revelado cómo la enfermedad pudo haberse transmitido inesperadamente entre personas a través de tratamientos médicos. Durante años, el Alzheimer fue visto como un misterio insondable, una condición hereditaria o el resultado del azar. Sin embargo, esta nueva investigación ilumina una vía descuidada: la transmisión de la proteína beta amiloide mediante hormonas de crecimiento.
La proteína que une los destinos
El meollo del asunto reside en proteína beta-amiloide tradicionalmente asociado con la formación de placas cerebrales características del Alzheimer. El estudio, publicado en Nature Medicine (lo enlazo aqui), destaca cómo algunos individuos, tratados a una edad temprana con la hormona del crecimiento c-hGH derivada de la glándula pituitaria de cadáveres, desarrollaron años después síntomas de demencia relacionados con el Alzheimer.
Esta hormona se utilizaba para tratar el retraso del crecimiento, pero fue retirada del mercado en 1985. Una acción necesaria, después de que se descubrió que podía transmitir la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la llamada enfermedad de las "vacas locas".
Tratamientos médicos con hormona del crecimiento y Alzheimer. Un vínculo inesperado
La correlación entre el tratamiento con c-hGH y el desarrollo temprano de depósitos de proteína beta-amiloide en el cerebro abre nuevas perspectivas sobre cómo se transmite el Alzheimer. Los casos estudiados muestran cómo la enfermedad puede manifestarse a una edad inusualmente temprana. Y ésta, además, es la prueba más clara de una correlación directa con las terapias recibidas. Esta conexión previamente insospechada resalta la necesidad de comprender mejor las vías a través de las cuales se puede propagar el Alzheimer.
Aunque el tratamiento con c-hGH ha cesado, el descubrimiento plantea dudas sobre la seguridad de otros procedimientos médicos. Es fundamental revisar las medidas de seguridad para prevenir la transmisión accidental de proteínas patógenas, como la beta-amiloide. Especialmente en procedimientos previamente asociados con la transmisión de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. La investigación destaca la importancia de un enfoque proactivo en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
Si los agregados de proteínas autorreplicantes son la causa subyacente de la enfermedad de Alzheimer, entonces la enfermedad es, en principio, transmisible.
Dieter Willbold, Universidad de Düsseldorf
Hacia un nuevo horizonte en la lucha contra el Alzheimer
La confirmación de que el Alzheimer puede transmitirse mediante tratamientos médicos específicos amplía nuestro alcance de investigación sobre la enfermedad. Comprender la dinámica de la transmisión podría ser la clave para desarrollar estrategias preventivas más efectivas y abordar la lucha contra esta devastadora enfermedad con nuevos ojos. El descubrimiento, aunque preocupante, ofrece una oportunidad única para avanzar en la investigación y el tratamiento del Alzheimer, con el objetivo final de salvaguardar a las generaciones futuras de un destino similar.
Este estudio representa un punto de inflexión en la comprensión de la enfermedad de Alzheimer, subrayando la complejidad de su transmisión y la necesidad de una vigilancia continua en la práctica médica. La investigación, liderada por Dr. Gargi Banerjee arroja luz sobre aspectos hasta ahora oscuros de la enfermedad y sienta las bases para futuros conocimientos que podrían conducir a descubrimientos aún más significativos en la lucha contra el Alzheimer.