Mientras los consumidores exploran las ofertas del Black Friday, un coro disonante resuena en toda Europa. No es el sonido de los cajeros ni el clic de las compras online, sino el grito unánime de los trabajadores de Amazon. Desde Alemania hasta Inglaterra pasando por Italia, una ola de huelgas ha golpeado los almacenes del gigante del comercio electrónico, planteando preguntas urgentes sobre los derechos y las condiciones laborales de los trabajadores.
Los motivos de la protesta del Viernes Negro

“Make Amazon Pay”, una campaña coordinada por UNI Global Union, lanzó protestas y huelgas en más de 30 países, desde América hasta Europa, a partir del Viernes Negro. Este día, que solíamos asociar con multitudes de consumidores en las tiendas físicas de todo Estados Unidos, con el tiempo se ha convertido en un fenómeno global en línea, impulsado en parte por Amazon con su promoción de descuentos navideños de diez días. Hoy, los trabajadores manifestantes eligieron este día "simbólico" para exigir atención. Y yo, con tu permiso, se lo doy. Hoy no hay descuentos para nadie.
La situación en Alemania
En Alemania, el segundo mercado de Amazon por ventas, el sindicato Verdi informó que alrededor de 250 trabajadores se declararon en huelga en un almacén de Amazon en Leipzig, alrededor del 20% de la fuerza laboral. Además, 500 trabajadores se sumaron a la huelga en un almacén de Rheinberg, casi el 40% de los trabajadores. La huelga de 24 horas en cinco centros de distribución comenzó a medianoche del jueves para exigir un convenio salarial colectivo.
¿La respuesta de Amazon? Un portavoz de la empresa en Alemania subrayó que sólo un pequeño número de trabajadores estaban en huelga y que los trabajadores recibían salarios justos, con un salario inicial de más de 14 euros la hora. Añadió que las entregas de los pedidos del Black Friday seguirán siendo fiables y puntuales.
Huelgas en el Reino Unido
En Coventry, en Inglaterra, más de 200 trabajadores se fueron a la huelga hoy en el almacén de Amazon como parte de una disputa salarial en curso. Los trabajadores en huelga exigieron un aumento salarial de 15 libras la hora. Un portavoz de Amazon en el Reino Unido dijo que el salario mínimo inicial es de entre £ 11,80 y £ 13 por hora, dependiendo de la ubicación, y aumentará a £ 12,30 y £ 13 por hora a partir de abril de 2024.
Situación en Italia y España
En ItaliaComo siempre, el ballet de cifras es un poco caótico: el sindicato CGIL afirmó que más del 60% de los trabajadores de uno de los almacenes de Amazon se sumaron a la huelga. Amazon informó que más del 86% de los trabajadores se presentaron a trabajar. ¿Quién tendrá razón? En España, El sindicato CCOO ha convocado a los trabajadores de almacenes y repartidores de Amazon a una huelga de una hora por turno, pero sin perjuicio del Black Friday. La protesta, pospuesta por unos días, se implementará durante el "Cyber Monday".
Las protestas en Francia
En Francia, la vena de los chalecos amarillos resuena, pero sin excesos, incluso en la salsa amazónica. Los manifestantes atacaron las taquillas (taquillas de Amazon situadas en estaciones de tren, aparcamientos de supermercados y esquinas de calles, y utilizadas por muchos clientes para recibir pedidos). Muchas taquillas en París y otras ciudades de Francia estaban cubiertas de carteles y cintas adhesivas, según la organización antiglobalización Attac, que planeó la protesta, cabe señalar, no violenta.
El contexto más amplio de las protestas del “Viernes Negro”.
A pesar de las protestas, Amazon sigue siendo muy popular en Europa, con 146 millones de usuarios activos en la aplicación en octubre, frente a los 64 millones de Shein y los 51 millones de Temu (que crecen a un ritmo vertiginoso). Sin embargo, este movimiento de protesta plantea cuestiones cruciales sobre la sostenibilidad de las prácticas laborales en el comercio electrónico y la responsabilidad social de las grandes corporaciones en una economía global.
Mientras los consumidores disfrutan de los beneficios de un comercio en línea cada vez más accesible, los trabajadores, entre bastidores, luchan por condiciones laborales justas y salarios adecuados. Esta dicotomía entre el atractivo del consumismo y la realidad del trabajo de almacén es un desafío que requiere acciones concretas por parte de empresas y gobiernos, y mucha atención.
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