En un mundo ya sacudido por demasiados conflictos y tensiones, la idea de que China pueda abrir un tercer frente en Taiwán es más que un simple fantasma. Pero ¿qué pasaría si esta hipótesis se hiciera realidad? La doctrina MAD, “o Destrucción Mutua Asegurada”, siempre se ha considerado un elemento disuasorio eficaz. Pero, ¿es realmente así o sería esta vez el preludio perfecto para una guerra mundial?
¿Estás familiarizado con la doctrina MAD?
Vivimos en una época en la que el mundo parece estar al borde del caos. El ataque "sorpresa" de Hamás contra Israel también ha llevado a Oriente Medio al borde del abismo. Europa está tensa por la guerra en Ucrania y se prepara (de la mano del presidente francés Macron) para proponer una intervención europea también en Gaza. Y Estados Unidos es cada vez más cauteloso en su enfoque de la política exterior. En este contexto, la entrada de China podría ser la mecha que desencadene una nueva y devastadora guerra mundial.
La doctrina de Destrucción Mutua Asegurada (también llamada MAD, acrónimo derivado de su nombre en inglés) es un concepto que proviene de la teoría de juegos. En resumen, si dos o más potencias nucleares van a la guerra, la probabilidad de que se destruyan entre sí es tan alta que desalentará el conflicto directo. Pero, ¿esta teoría tiene en cuenta las nuevas dinámicas globales? ¿Y si todavía existiera una potencia que decide arriesgarlo todo, o se siente obligada a hacerlo?
Guerra Mundial, el tercer frente: Taiwán. ¿O la India?
China tiene un frente, o más bien dos frentes (uno insospechado, dada su actual pertenencia a los BRICS) en los que podría actuar: India y Taiwán. Si bien India es un aliado emergente de Estados Unidos, Taiwán es un punto conflictivo que puede requerir una intervención directa de Estados Unidos. En ambos casos, las consecuencias serían globales. Como en la década de 40, tenemos de un lado a los aliados EE.UU.-EUROPA-OTAN-AUKUS-QUAD y del otro al eje CHINA-RUSIA-IRAN-PARTES DE ORIENTE MEDIO Y ÁFRICA. Una situación que complica aún más el panorama geopolítico.
En un mundo ya inestable, la entrada de China podría ser el catalizador de un conflicto global. La doctrina MAD, alguna vez considerada un elemento disuasivo sólido, puede que ya no sea suficiente para evitar una catástrofe. Es hora de reconsiderar nuestras estrategias y prepararnos para escenarios que alguna vez fueron impensables: no se puede descartar por completo una tercera guerra mundial mientras el mundo enfrenta la perspectiva de que casi todos los “puntos calientes” exploten al mismo tiempo.