El cemento es uno de los culpables silenciosos del cambio climático, responsable de8% de las emisiones globales de carbono. ¿Y si pudiéramos producirlo con impacto cero, sin emitir una sola molécula de CO2?
Sistemas sublimes, una startup nacida de una rama del MIT, está transformando esta pregunta retórica en una realidad tangible. Gracias a un revolucionario proceso electroquímico, la empresa está en camino de producir cemento no sólo capturando, sino eliminando por completo las emisiones de carbono.
El problema del hormigón tradicional.
Antes de sumergirnos en el corazón de la innovación, es fundamental comprender la magnitud del problema. Producción mundial de cemento solo en 2022 fueron aproximadamente 4,1 mil millones de toneladas. ¿Necesito decir algo más para hacerle comprender la importancia de una solución de impacto cero?
A diferencia de los métodos tradicionales que requieren combustibles fósiles para calentar la piedra caliza a unos 1.400°C, Sublime Systems utiliza electrólisis. Este proceso divide el agua en hidrógeno y oxígeno, creando una diferencia de pH entre los dos electrodos. Un mineral que contiene calcio reacciona con el ácido formado en el ánodo, generando iones de calcio disueltos que migran al cátodo. Cuando alcanzan un pH de al menos 12,5, reaccionan con la base generada en el cátodo para precipitar como hidróxido de calcio sólido, también conocido como cal de construcción.
Ventajas y certificaciones del hormigón de impacto cero
Sublime Systems ha trabajado para hacer que esta tecnología sea más eficiente energéticamente y para separar los flujos de oxígeno y gas CO2. Un trabajo que le ha valido a la empresa la certificación ASTM C1157, una norma industrial basada en requisitos de desempeño, que hace que este cemento cumpla con los principales códigos de construcción americanos e internacionales.
¿El objetivo a largo plazo del hormigón de impacto cero de Sublime Systems? Lograr la paridad de costos con el cemento Portland tradicional. Tardará entre 8 y 10 años. A corto plazo, el proceso es un poco más caro, pero es una puerta de entrada a un futuro en el que las emisiones de carbono sean cosa del pasado.