En el campo de la biogerontología, está surgiendo una nueva teoría con un conjunto de promesas revolucionarias: la “Velocidad de escape de la longevidad” (LEV). Esta teoría, apoyada por eminentes investigadores como Aubrey de Gray e George Church, postula que dentro de los próximos 10 años podemos alcanzar un punto de inflexión en el que la ciencia podrá extender la vida humana más rápido de lo que la acorta. En otras palabras, vivir pondrá a prueba la propia mortalidad.
El concepto de “velocidad de escape de la longevidad”
La Velocidad de escape de longevidad (LEV) es un término que deriva de la física, específicamente del concepto de “velocidad de escape”. En física, describe la velocidad mínima necesaria para que un objeto escape de la atracción gravitacional de un planeta. En términos de longevidad, la teoría sugiere que llegaremos a un punto en el que la medicina avanzada podrá mantenernos con vida extendiendo nuestra esperanza de vida más rápido de lo que envejecemos. En otras palabras, es posible que podamos “escapar” de la muerte.
Inversiones y desarrollos recientes
La longevidad no es sólo un concepto académico: es un sector en rápido crecimiento que está atrayendo inversiones masivas. Sourav Sinha, jefe de estrategia del Longevity Vision Fund, ha discutido recientemente de la posibilidad de alcanzar el LEV en no más de un par de décadas. Todo depende, afirma, de la calidad de las elecciones y de las inversiones.
Proyectos como el de Laboratorios Altos, el "todo estrellas" científico creado por el creador de Amazon Jeff Bezos, parecen ir precisamente en esta dirección. Se necesitan más, hasta el punto de convencer a varios científicos para que firmen algún tipo de acuerdo llamado colectivo a las armas converger decisivamente en este campo de investigación.
Por supuesto, no todo el mundo está de acuerdo con este optimismo. thomas perlas, fundador y director del Estudio Centenario de Nueva Inglaterra, se muestra escéptico sobre la posibilidad de alcanzar algún tipo de inmortalidad. Según él, antes de pensar en escenarios tan extremos, debemos centrarnos en cómo vivir mejor, mejorando la calidad de vida en la edad avanzada.
La inteligencia artificial como catalizador
Nick bostrom, director del Instituto del Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, sugiere que la inteligencia artificial podría ser la clave para acelerar el progreso en materia de longevidad. Las empresas farmacéuticas ya están explorando cómo utilizar la IA para descubrir tratamientos nuevos y más eficaces, y si logran resultados positivos crearán una “convergencia” de resultados que acelerarán el objetivo humano de vivir indefinidamente.
¿Y si realmente tuviéramos éxito? Esta es una cuestión que va más allá de la ciencia y toca aspectos éticos y sociales. Un aumento tan drástico en la esperanza de vida tendría profundas implicaciones en aspectos como la superpoblación, los recursos y la estructura social. Hablamos de eso varias veces, y haremos uno "especial" recogiendo las previsiones para perfilar un posible escenario entre política, ética y economía de una hipotética sociedad humana capaz de vivir indefinidamente.
Un futuro por vivir
Longevity Escape Velocity es más que una teoría: es un símbolo de nuestro deseo colectivo de superar los límites biológicos y vivir para explorar nuevos horizontes. El hecho de que en los últimos 15 años el debate haya salido de la "escala inferior" y haya alcanzado niveles académicos serios (además de haber catalizado ya inversiones de miles de millones de dólares) es indicativo.
Buscar una extensión constante de la vida saludable es una de las fronteras más apasionantes y potencialmente revolucionarias de la ciencia moderna. El futuro podría ser mucho, mucho más largo de lo que jamás imaginamos.