La Amazonía sigue sorprendiéndonos. No es sólo el pulmón verde de la Tierra (en disputa entre ganancias privadas y familias indígenas) sino también una biblioteca de historias antiguas, civilizaciones perdidas y misterios aún por revelar. La tecnología LIDAR nos está proporcionando un panorama increíble de lo que aún guarda este lugar.
LIDAR el explorador
El Amazonas, con su inmensidad aparentemente inexplorada, siempre ha evocado una sensación de asombro y misterio. Las últimas investigaciones sugieren que esta región no siempre fue tan “prístina” como podría pensarse. Al contrario, esconde muchos vestigios de civilizaciones antiguas que la habitaron y moldearon durante milenios.
Gracias a la tecnología LIDAR, Luiz Eduardo Oliveira, Cruz de Aragão y su equipo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil exploraron 5315 kilómetros cuadrados del Amazonas. Esta tecnología, que utiliza luz láser para crear representaciones 3D del terreno, ya ha revelado 24 construcciones hasta ahora desconocidas. Estos hallazgos se consideran restos de civilizaciones que vivieron hace entre 1500 y 500 años. Y son sólo la punta del iceberg.
Un viaje a través del tiempo
Entre los descubrimientos destaca una aldea fortificada en la parte sur del Amazonas, una zona que se sabe que estuvo densamente poblada. Estos antiguos habitantes no sólo construyeron aldeas, sino también sitios ceremoniales y defensivos, conectados por antiguos caminos. Algunos de estos lugares sagrados tenían grandes estructuras de piedra dispuestas en grupos circulares.
Pero el verdadero giro viene cuando se considera la extensión del área examinada. El equipo analizó sólo el 0,08% de los 6,7 millones de kilómetros cuadrados del Amazonas. Usando un modelo de computadora, ellos estimaron que podrían quedar entre 10.272 y 23.648 obras aún escondidas bajo la densa vegetación.
Un aliado más
Estudios recientes y evidencia creciente de grandes corporaciones en la región antes de la llegada de los europeos podrían ayudar a proteger el Amazonas. Alrededor del 17% de la selva tropical ya ha sido talada y algunos investigadores creen que ya ha llegado a un punto de no retorno. Pero si reconocemos la importancia histórica y cultural de esta región, es posible que estemos más motivados para protegerla.
La Amazonía no es sólo un tesoro natural, sino también histórico. Protejámoslo no sólo por su biodiversidad, sino también por su riqueza cultural, o mejor dicho: espiritual.