En una época dominada por las redes sociales, el activismo ha sufrido una metamorfosis. De ser una poderosa manifestación de disidencia, la protesta ahora parece más un espectáculo que tiene como objetivo principal captar la atención, en lugar de promover una causa. Pero, ¿qué significa esto realmente para la naturaleza de las protestas y su eficacia?
Protesta como performance
¿Alguna vez has oído hablar del “Método Belgrado”? Es un Método de revolución “posmoderno” que dio sus primeros pasos en los últimos meses de 2000. Este tipo de protesta se basa más en el desempeño que en la sustancia, y las manifestaciones a menudo apuntan a captar la atención de los medios en lugar de promover una causa.
Cuanto más pasa el tiempo, más "síntomas" observamos de esta forma de protesta, o mejor dicho: de una versión aún menos efectiva de la misma. Una versión claramente orientada a captar la atención, más que a comunicar un mensaje claro o suscitar un debate constructivo.
La superficialidad del activismo en las redes sociales
La naturaleza efímera de las redes sociales ha ayudado a crear un entorno en el que Se valora más la visibilidad que la eficacia. Manifestaciones como lanzar confeti naranja a un expolítico en su boda se vuelven virales, pero carecen de una estrategia política subyacente. Estos actos de protesta, si bien atraen la atención, a menudo carecen de un plan concreto para convertir esa atención en apoyo político.
Los manifestantes de la nueva generación (a veces de “Ultima”), en resumen, parecen más interesados en crear un vídeo viral para las redes sociales que en promover una causa. Este tipo de activismo “escénico” se ha vuelto cada vez más común y es un efecto secundario de las redes sociales que agrada a quienes quieren silenciar la disidencia.
El mecanismo perverso de algoritmos de redes sociales logró perfectamente poner a las personas en conflicto y competencia entre sí, promoviendo el individualismo e impidiendo la unidad de propósito. Divide y conquistarás grado militar. Al invertir los términos, esta vez el producto cambia: señores, Máquina contra la Rabia.
buscando una solución
¿Qué haces cuando los “activistas” parecen más interesados en sí mismos que en la causa que dicen apoyar? Cuando su actividad de protesta se reduce a una foto para el feed de Instagram o un vídeo para TikTok, ¿es más común obtener Me gusta y compartir que hacer cambios reales?
Si esta es la dirección que toma la protesta, la sociedad civil se encuentra en serios problemas. Al final, cada manifestación preparará un momento inicial de protesta "institucionalizada": una especie de alfombra roja para los "revolucionarios de las redes sociales", que les permitirá tomar fotos y vídeos en beneficio de sus seguidores y luego regresar sanos y salvos a casa.
¿Cómo podemos devolver el activismo a su verdadera esencia? ¿Cómo podemos garantizar que una protesta esté motivada por una verdadera pasión por una causa, en lugar de un deseo de atención?
Sin contramedidas, el totalitarismo no será necesario para subyugar a la opinión pública: los "me gusta" serán suficientes.