La obesidad es uno de los desafíos de salud más apremiantes de nuestro tiempo y una nueva investigación (que enlace aquí) se centra en un culpable inesperado: las proteínas. Los alimentos llamados "ultraprocesados" que abundan en las mesas occidentales hacen algo más que engordar. Activan un mecanismo verdaderamente perverso, identificado por esta investigación como el verdadero motor oculto detrás de la epidemia de obesidad que ahora (¡por fin!) está en el centro de un debate científico y social.
Los depredadores de las proteínas perdidas
Los seres humanos tenemos una necesidad innata de regular la ingesta de proteínas. Este impulso, que nos ha sido útil durante milenios, ahora está cobrando fuerza. Los alimentos procesados modernos, ricos en grasas y carbohidratos, están “diluyendo” las proteínas, empujando a las personas a consumir más calorías en un intento de satisfacer sus necesidades de proteínas.
El fenómeno, conocido como "apalancamiento proteico", ahora se identifica como un factor subyacente importante. de la epidemia de obesidad que estamos enfrentando.
Proteína, qué nostalgia: cuando la comida nos engaña
Puede parecer contradictorio: después de todo, vivimos en una época de abundancia de alimentos. Pero es precisamente esta abundancia, o mejor dicho, la calidad de lo que comemos, la que se está convirtiendo en nuestro talón de Aquiles. Los alimentos ultraprocesados, si bien son prácticos y sabrosos, a menudo carecen del equilibrio nutricional necesario para una dieta saludable.
Y obligan a nuestro cuerpo a un estado de "caza desesperada" de las proteínas que le faltan, comiendo una y otra vez.
El efecto acumulativo
No se trata sólo de “desconectarse” para una comida o una elección de comida ocasional. El efecto acumulativo de años de elecciones alimentarias desequilibradas puede tener repercusiones muy graves en nuestra salud.
Estudios recientes han demostrado, por ejemplo, que la exposición temprana a dietas ricas en proteínas, como a través de algunos tipos de leche en polvo, podría provocar un aumento de las necesidades de proteínas y una mayor susceptibilidad a la obesidad en años posteriores.
Una visión integrada para un futuro mejor
Ahora que la OMS declara que la obesidad es la mayor amenaza para la salud que enfrenta la humanidad, está claro que necesitamos una nueva estrategia.
Los autores de la investigación sugieren un enfoque integrado, examinando cómo diversos factores contribuyen a la obesidad, en lugar de verlos como explicaciones contrapuestas.
Sólo a través de una comprensión profunda e integrada podemos esperar identificar puntos de intervención sostenibles para revertir la incidencia de la obesidad y las complicaciones asociadas, excluyendo obviamente las rutas a través de la cirugía o los medicamentos.