El corazón, como bien sabemos, es un órgano fantástico que hace un trabajo increíble pero tiene un defecto: no sabe repararse muy bien. Después de un ataque cardíaco y una enfermedad cardíaca, se forman cicatrices que hacen que el corazón sea menos elástico y menos capaz de bombear sangre.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad Duke descubrió cómo convertir tejido cicatricial en tejido sano en el corazón de ratones, inspirado en la forma en que los corazones jóvenes se reparan a sí mismos.
Un corazón sin cicatrices
Los científicos llevan mucho tiempo buscando soluciones para prevenir y reducir la gravedad de los eventos cardíacos, como los ataques cardíacos, que afectan a millones de personas en todo el mundo. Gran parte de la investigación se ha centrado en la prevención, pero recientemente la atención se ha desplazado a curar los corazones dañados y, en particular, las cicatrices que se forman después de un ataque cardíaco.
La cicatrización hace que el tejido cardíaco se vuelva más rígido, lo que afecta la capacidad del corazón para bombear sangre.
Un estudio australiano de este año encontró que el aumento de elastina, una proteína responsable de la elasticidad de los tejidos, reducía la formación de cicatrices en corazones de ratas. Y con la reducción de las cicatrices, la función cardíaca volvió a niveles casi normales.
Regeneración de corazones tras infartos: el papel de los fibroblastos
Investigadores de Duke, supervisados por Conrado Hodgkinson, realizó una investigación sobre el papel de los fibroblastos, células fundamentales en la formación del tejido conectivo y cicatricial. La idea era utilizar la reprogramación celular, una técnica basada en ARN, para transformar los fibroblastos dañados en músculo cardíaco funcional después de un ataque cardíaco. También se estudió un enfoque para la reparación del corazón, la recuperación de la función motora en pacientes con accidente cerebrovascular y la curación de heridas.
¿El problema? Los fibroblastos adultos en ratones eran resistentes a la reprogramación, a diferencia de los juveniles: la proteína sensora de oxígeno Epas1 estaba en el banquillo. Al bloquear esta proteína, las células adultas se transformaron con éxito.
no solo corazon
Los investigadores creen que sus hallazgos también pueden tener implicaciones en otras áreas de la medicina, como la regeneración de neuronas en el cerebro y la reversibilidad de las cicatrices de la piel en algunas afecciones dermatológicas. La reprogramación celular, dicen, puede convertirse en el principal método para revertir los efectos del envejecimiento en algunas células.
El estudio fue publicado en el Journal of Biological Chemistry. Te lo enlazo aquí.