Resulta que la forma del corazón puede decirnos mucho más sobre el riesgo de enfermedad cardíaca de lo que se pensaba anteriormente. Un estudio realizado con la ayuda de la inteligencia artificial descubrió que una forma de corazón más redondeada puede indicar un órgano bajo estrés.
Los cardiólogos han notado durante mucho tiempo que dicha forma tiende a aparecer después del inicio de una afección cardíaca. Sin embargo, gracias a la inteligencia artificial, los investigadores han logrado demostrar a gran escala que existen corazones de todas las formas, incluso más llenos y redondos, incluso independientemente de un diagnóstico clínico. Y algunas de estas formas pueden proporcionar pistas importantes sobre la salud del corazón.
Corazón redondo, estado preocupante
El estudio, publicado en Med (lo enlazo aqui), ha revelado nuevos detalles sobre la base genética de la miocardiopatía, que incluye condiciones como la arritmia cardíaca yinsuficiencia cardíaca congestiva. Los autores principales del estudio son shoa clarke, de la Escuela de Medicina de Stanford, e David Ouyang del Instituto del Corazón Smidt en Cedars-Sinai. El autor principal del estudio es Milos Vukadinović, estudiante de bioingeniería en la Universidad de California.
Usando imágenes de UK Biobank, una gran base de datos médica del Reino Unido, los investigadores midieron la esfericidad del ventrículo izquierdo de 38.897 corazones saludable. Eligieron centrarse en el ventrículo izquierdo, normalmente en forma de cono, porque es la parte central del músculo cardíaco, que realiza la parte más estresante del trabajo mecánico y es especialmente propenso a daños y enfermedades cardíacas.

Vínculo entre la forma del corazón y las enfermedades del corazón
Primero, los investigadores demostraron que el aumento de la esfericidad es un factor de riesgo para el desarrollo de cardiomiopatía, fibrilación auricular o insuficiencia cardíaca. Descubrieron que un pequeño aumento en la gordura se asoció con un aumento del 47 por ciento en el desarrollo de enfermedades cardíacas hasta 10 años después.
A continuación, los científicos observaron los datos genéticos de los participantes del biobanco, estudiaron tanto la esfericidad como los marcadores de afecciones cardíacas y descubrieron una intersección entre los dos. ¿En resumen? La enfermedad intrínseca del músculo cardíaco, es decir, el daño no sostenido durante un ataque cardíaco, puede causar esfericidad del ventrículo izquierdo. Incluso antes de que ocurra la enfermedad cardíaca.
La presencia de una mayor esfericidad podría, según los científicos, "identificar a las personas con anomalías moleculares/celulares subyacentes que las colocan en mayor riesgo de desarrollar cardiomiopatía manifiesta o enfermedades cardíacas relacionadas, como la fibrilación auricular".
Hay que decir, sin embargo, que un aumento de la esfericidad del corazón no significa automáticamente una enfermedad del corazón. La mayor parte de la muestra considerada no desarrolló ninguno, al menos en los 10 años de seguimiento.
La importancia de la ciencia de datos
Si la forma del corazón se convierte en un detalle básico recopilado en entornos clínicos, es posible que comience a ver cambios que predicen enfermedades cardíacas y otros problemas. Las imágenes del sistema vascular, como las utilizadas para el estudio, pueden proporcionar una enorme cantidad de pistas científicas que no se utilizan en la actualidad.
L'inteligencia artificial realmente puede hacer mucho en el análisis y correlación de esta enorme cantidad de datos: es una de las tareas para las que esperamos importantes resultados en un futuro próximo.