¿Quién de nosotros no querría subirse a un avión y llegar al otro lado del mundo en solo 4 horas? destino, una startup suiza, está trabajando para hacer realidad este sueño con su ambicioso proyecto de avión hipersónico verde propulsado por hidrógeno.
La mano del gobierno español
El primer paso hacia la realización de este sueño es la colaboración reciente con el Ministerio de Ciencia del Gobierno de España para promover el uso del hidrógeno en la aviación. La asociación se centra en la investigación y el desarrollo de motores de aviación propulsados por hidrógeno, con el objetivo de realizar las primeras pruebas en dos años, en 2025. Destinus contribuirá al diseño e iteración de una planta experimental cerca de Madrid, con un primer préstamo de 12 millones de euros.
Como se mencionó, Destinus tiene como objetivo desarrollar aeronaves hipersónicas para la aviación civil, capaces de volar a velocidades cinco veces mayores que la del sonido (Mach 5). Un viaje de Sídney a Frankfurt, de 16500 kilómetros, tardaría apenas 4 horas y 15 minutos. De Roma a Nueva York en menos de 2 horas. Loco. ¿El ingrediente clave? L'hidrógeno verde, producido al dividir el agua en hidrógeno y oxígeno mediante el uso de energía renovable. Un combustible que es tres veces más eficiente energéticamente que el que se utiliza actualmente en los aviones.
Los sueños "hipersónicos" del hidrógeno verde
Un sector que, perdonen el juego de palabras, está volando. Boeing, Boom, Hermes, Venus, Hypersonix son solo algunas de las empresas (grandes o pequeñas) que buscan una solución impulsada por hidrógeno verde. A principios de marzo, Universal Hydrogen Co voló un avión regional que transportaba a 40 pasajeros utilizando propulsión de celda de combustible de hidrógeno. Y Destinus tampoco se queda quieto. Ya ha volado no uno, sino dos prototipos (por ahora todavía subsónicos) con el tercer vuelo propulsado por hidrógeno líquido ya fijado en Francia para el próximo año.

martina lofqvist, gerente senior de desarrollo comercial de Destinus, dice que cree que cuantas más empresas se unan al campo de los aviones civiles hipersónicos y el hidrógeno verde, mejor. ¿Cómo culparla? Apenas dos años después de su fundación, esta startup ya ha recaudado 40 millones de euros y colaboraciones con autoridades gubernamentales y aeroportuarias de Francia, España y Australia.
Para una vuelta al mundo de apenas 4 horas, no podíamos esperar una empresa que se mueve a ritmo de elefante. Si todo sale como debería, el mundo estará cada vez más interconectado.