De vez en cuando surgen nuevas ideas de las agencias espaciales del planeta. sistemas de propulsión adecuados para viajes espaciales. No todos tienen buena pinta, ni siquiera para los que tienen imaginación, pero algunos son prometedores. Y si funciona, podría acelerar nuestra exploración espacial: tanto a través de sondas como con pasajeros humanos. Las principales soluciones hipotetizadas por el momento son las basadas en la propulsión química o las velas solares, pero hay una tercera vía que parece cada vez más popular: la que pasa por un motor de energía nuclear.
Del átomo al cosmos
La NASA financió la puesta en marcha Dinámica de positrones para el desarrollo de un nuevo tipo de motor cohete llamado FFR (motor de cohete de fragmentos de fisión: cohete de fragmentos de fisión nuclear). Este motor utiliza el mismo proceso que las plantas de energía nuclear en la Tierra y es capaz de producir un empuje muy alto. Hay obstáculos tecnológicos que superar para hacerlos prácticos, pero la noticia es que hay dos descubrimientos que pueden eliminarlos. Aquí se ilustra en una presentación.
El primero y más importante es incorporar el propio combustible. en un especial aerogel. Los aerogeles son materiales extraordinariamente ligeros y la incorporación de partículas de plutonio en su interior podría ser el comodín que solucione el problema sin sobrecargar la estructura del motor.
Sin embargo, los aerogeles por sí solos no podrían contener los fragmentos de fisión que se rompen. Para solucionar este problema se necesitaría una fuerza externa enorme, y aquí es donde entra en juego la segunda solución: el uso de una imán superconductor. Al agregar un imán superconductor al FFRE, los ingenieros podrían canalizar los fragmentos de fisión en la misma dirección, convirtiéndolos efectivamente en un vector de empuje de energía nuclear.
Motor espacial de energía nuclear: más cerca, los próximos pasos
Aunque aún quedan muchos obstáculos por superar, la financiación aportada por la NASA demuestra la confianza de la agencia espacial estadounidense en una solución como esta: en el futuro, los FFRE podrían convertirse en una nueva y prometedora opción de propulsión nuclear para los viajes espaciales. ¿Un compromiso perfecto entre la potencia de los motores químicos y la longevidad de las velas solares?
Un viaje muy agradable.