Los geólogos deUNIGE – La Universidad de Génova y la Universidad de Pekín estudiaron datos de erupciones pasadas para desarrollar un modelo de predicción de las erupciones del volcán Toba. Algo que es capaz de estimar el tamaño y alcance de una posible megaerupción del "gigante" de Sumatra.
Hay entre 5 y 10 volcanes en todo el mundo capaces de producir una megaerupción que podría afectar catastróficamente al clima global. Una de ellas se encuentra bajo las aguas del lago Toba, en Sumatra, y ya ha provocado dos supererupciones en el último millón de años.
cúando es el próximo? ¿Habrá alguna señal de advertencia?
Para responder a esta pregunta, geólogos de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y de la Universidad de Pekín estudiaron y desarrollaron un método. El objetivo es determinar cuánto tiempo suele tardar el volcán Toba en prepararse para sus súper erupciones. Los resultados, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), te los enlazo aqui, sin embargo, contienen malas noticias. El magma del supervolcán Toba se acumula en silencio, haciendo añicos la creencia de que habrá señales externas antes de una megaerupción.
Toba, un asesino silencioso
Como se mencionó, el volcán Toba en Sumatra ya ha golpeado fuerte. Causó dos de las mayores erupciones conocidas en la Tierra: el primero hace 840.000 años, el segundo hace 75.000 años. Cada uno de los dos tenía una extensión de aproximadamente 2800 km3: serían suficientes para cubrir toda Suiza con una capa de ceniza de 7 cm. Otras dos erupciones menores de Toba datan de hace 1,4 millones de años y hace 500.000 años. Allá Teoría de la catástrofe de Toba, refiriéndose precisamente a la erupción de hace 75.000 años, argumenta que el volcán precipitó una extinción masiva. ¿Como? Hacer mucho más rígida una glaciación que ya está en marcha.
Los geólogos de UNIGE y de la Universidad de Pekín están particularmente interesados en el volcán Toba porque no existe documentación histórica de la respuesta humana a una megaerupción del tamaño que produjo en el pasado. Un evento así tendría un impacto catastrófico en el clima global y plantearía numerosos problemas, particularmente en términos de suministro de alimentos, sin mencionar la migración de la población.
“El volcán Toba forma una caldera. Las erupciones anteriores crearon una gran depresión que ahora está ocupada por agua meteórica”, explica. luca caricchi, profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias de UNIGE y coautor del estudio. En el centro del lago hay una isla levantada del agua debido al empuje del magma. “Esta isla está aumentando gradualmente en altura. Y esto indica que el volcán está activo y se está acumulando magma”, afirma. ping ping liu, profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio de la Universidad de Pekín y autor principal del artículo.
¿Realmente no hay forma de predecir una megaerupción?
El circón es un mineral que se encuentra en los productos de erupciones volcánicas explosivas. “Una de sus características es que 'captura' uranio dentro de su estructura”, explica Ping-Ping Liu. Con el tiempo, el uranio se descompone en plomo. “Midiendo la cantidad de uranio y plomo en el circón con un espectrómetro de masas podemos determinar su edad”, afirma el geólogo. Al examinar los circones encontrados en los restos de erupciones antiguas, los científicos han deducido cuándo tuvo lugar cada erupción. Los circones más jóvenes indican la fecha de la erupción más reciente, mientras que los más antiguos revelan cuánto tiempo se acumuló el magma antes de las megaerupciones anteriores.
¿Los resultados? Como se mencionó, la primera de las dos peores erupciones del Volcán Toba ocurrió hace aproximadamente 840.000 años después de 1,4 millones de años de acumulación de magma, mientras que en la segunda, el magma se acumuló "sólo" en 600.000 años, reduciendo a la mitad el tiempo necesario para producir la erupción". Se trata de un verdadero "círculo vicioso" de erupciones. “Cuanto más calienta el magma la corteza, más lentamente se enfría y más rápida es la tasa de acumulación de magma”, afirma Luca Caricchi.
En resumen: estas megaerupciones pueden volverse más frecuentes con el tiempo. Por eso es necesario hacer todo lo posible para predecir su llegada, especialmente en volcanes como el Toba.
Las hipótesis de los científicos.
Al estimar la tasa de acumulación de magma, los investigadores estiman que en la cuenca de Toba se acumulan alrededor de 4 km3 de magma cada mil años, con una tasa bastante estable.
Esto significaría que para llegar a una erupción catastrófica como las de hace 840.000 y 75.000 años se necesitarían otros 600.000 años, pero no hay de qué preocuparse.
De nuevo según las estimaciones, ya habría 320km3 de magma. Si salieran hoy con una erupción “menor”, el medio ambiente global aún se vería muy afectado. Y el principal problema persiste: antes de una erupción de este tipo no se producen fenómenos extremos.
“En el volcán Toba todo sucede silenciosamente bajo tierra y el análisis de los circones nos da ahora una idea de lo que sucederá”, concluye Luca Caricchi.
Todavía no es suficiente, pero muestra una dirección importante. El desarrollo de modelos de pronóstico como este (o el de la Universidad de Canterburyo de nuevo el de la Universidad de Illinois) nos permitirá un día prepararnos bien y con suficiente antelación.