En Nueva York, la recarga de vehículos eléctricos pronto puede estar disponible para aquellos que no poseen un garaje y estacionan su automóvil en la calle. Por ello, la ciudad ha puesto en marcha un proyecto piloto con la británica Bordillo Conectado e carga.gy, además del neoyorquino Volpost.
Bordillo Conectado crea un cargador de baterías que se puede integrar en mobiliario urbano como bolardos; Car.gy e poste de voltaje producir centros de carga integrados en farolas.
El objetivo del proyecto piloto es instalar 10.000 cargadores en aceras para 2030 y electrificar el 20% de los estacionamientos municipales para 2025. ¿La partida? Ya está previsto para el otoño de este año.
No solo carga: la ciudad de Nueva York electrificará toda su flota
La iniciativa Charger sigue al anuncio del gobernador de Nueva York kathy hochul para extender el programa Make-Ready EV iniciado por su predecesor Andrew Cuomo.
A través de una iniciativa de costos compartidos, el programa tiene como objetivo construir 50.000 1.500 estaciones de carga de CA y 2025 de CC en los Estados Unidos para XNUMX.
La administración ha establecido un objetivo para 2035 para la finalización de un sistema de transporte urbano totalmente eléctrico, lo que requeriría inversiones de $ 1,5 billones. Debido al aumento de los precios del petróleo y la disminución de los subsidios de gobiernos como Arabia Saudita, es posible que no se logre este objetivo, pero los funcionarios de la administración de Nueva York confían en que lo lograrán.
Cargadores 'subterráneos'
El punto más ambicioso del proyecto de Nueva York es el basado en los puntos de recarga Gecko. Se instalan bajo tierra, protegidos de los agentes atmosféricos y el vandalismo, mientras que las tomas de superficie se instalan sobre un pequeño soporte y se pueden ampliar a medida que aumenta la demanda.
¿Los prospectos? Extraordinario. Los puntos de recarga 'pavimento' prometen convertirse en los auténticos 'nodos' del futuro Ciudad inteligente. En un futuro próximo darán soporte a todo: desde servicios IoT (Internet de las Cosas) hasta aplicaciones de telecomunicaciones 5G, pasando por sensores de calidad del aire, información publicitaria y quién sabe qué más.