Estamos tan enfocados en lo extraño (y quizás engañoso) controversia entre Elon Musk y el Twitter “sí, lo quiero / no, no lo quiero”, que nos hemos olvidado de otros frentes.
No, no estoy diciendo que todo el asunto de Twitter fue una distracción de Musk para vender acciones de Tesla. Hablo de otros proyectos que mientras tanto siguen avanzando: ¿uno sobre todo? Starlink, la red satélite, "costilla" (o chuleta, si se prefiere) de SpaceX que quiere transformar internet. Y puede hacerlo en serio, aparte de la fibra óptica.
En los últimos seis meses, el servicio de “internet orbital” del magnate estadounidense no solo ha recibido “bendiciones” de medio mundo por la contaminación visual de sus (ya más de 2400) satélites. También se ha puesto en marcha en 9 nuevos países, y presentó tanto un nuevo servicio de internet para vehiculos (y los barcos) que una versión premium , puedes encontrarlo en el sitio web oficial de su paquete. Que por cierto ya es caro por sí solo, y ya ha hecho millones y millones de dólares.
Starlink y sus hermanos: el internet espacial cada vez está más cerca
Los nuevos satélites Starlink se lanzan regularmente, y el sueño de una Internet de órbita baja solo está cada vez más cerca. Esto no significa que Starlink cumpla con todos los requisitos previos. El servicio aún tiene problemas de confiabilidad, especialmente si estás cerca de árboles, sin mencionar la contaminación visual que mencioné anteriormente.
Lo relevante en este momento, sin embargo, es que semejante vanguardia está atrayendo (e inevitablemente arrastrará) a nuevos operadores en el sector: de momento al menos otros dos. ¿Cual? Oneweb y Amazonas (con su proyecto Kuiper) avanzan por el mismo camino que Internet por satélite.
En resumen: está surgiendo toda una generación de servicios que proporcionan conexiones a Internet a través de satélites en órbita terrestre baja. Esto cambiará por completo la forma de la web tal como la conocemos ahora, llevándola a todas partes en los países más "desarrollados", y a cualquier persona en las comunidades a las que se llega poco o nada en la actualidad.
Al cielo traerá una constelación de satélites que enloquecerá a los astrónomos, y al posteris traerá mucha, demasiada basura espacial como dote.