Un el comunicado de prensa de Avikus, empresa controlada por Hyundai, lo confirma: se ha completado el primer viaje transoceánico de un gran buque mercante con técnicas de navegación autónoma. Y fue un éxito.
Con la mejora del poder de cómputo, las técnicas de navegación autónoma se están implementando en varias industrias. Es probable que los vehículos autónomos abran una nueva era de transporte humano: y el transporte marítimo seguirá en breve. De hecho, tal vez preceda.
El mes pasado les hablé de un barco autónomo de la empresa Orca AI. Sola, completó un viaje de 40 horas a través de la concurrida bahía de Tokio. Hoy, tal sistema muestra su validez en distancias infinitamente mayores, las que involucran la travesía transoceánica.

Avikus, nacido para ganar el desafío
Hyundai fundó Avikus en diciembre de 2020 explícitamente para resolver el problema de la navegación autónoma en el ámbito marítimo. La última versión de su software de navegación, que se llama HiNAS 2.0, es perfectamente capaz de controlar y gestionar el barco. El software utiliza inteligencia artificial (IA) para identificar y evaluar los barcos cercanos, las condiciones climáticas y la altura de las olas.
Hace unos días, Avikus anunció el éxito de las pruebas en el PRISM Courage, un barco de 180.000 metros cuadrados. El gran buque mercante comenzó su viaje transoceánico el 1 de mayo desde Freeport frente al Golfo de México. Después de cruzar el Canal de Panamá, el PRISM Courage llegó a Boryeong en Corea del Sur tras un viaje de aproximadamente 20.000 kilómetros (10.800 millas náuticas) en 33 días.
¿Cómo ayudó el software a la travesía oceánica?
La mitad de la distancia se cubrió con el software de navegación autónomo. HiNAS 2.0 determinó las velocidades y rutas óptimas, y solo evitó colisiones con otros barcos más de 100 veces. La inteligencia artificial también ha optimizado el uso de los recursos energéticos, resultando más eficiente que 7% e reducir las emisiones en un 5%.
“La tecnología de navegación autónoma de Avikus fue de gran ayuda en esta prueba oceánica”, dice Young Hoon Koh, Capitán del PRISM Courage. "Permitió al barco mantener rutas de navegación, cambiar de dirección de forma autónoma y evitar barcos cercanos".
Un gran pasado hacia la obtención de las certificaciones que supondrán el inicio en el mundo de los viajes con barcos autónomos.