El estudio Roosegaarde ha construido una luz UVC lejana que se puede instalar en espacios abiertos, lo que permite que las personas se reúnan con menos temor de contraer Covid-19.
Sol urbano, así se llama el proyecto presentado ayer en Róterdam, nace para higienizar cualquier superficie con la que entre en contacto en espacios abiertos. Se asegura de que el coronavirus no pueda propagarse allí. ¿Cómo? A través de un tipo específico de luz ultravioleta (far-UVC) con una longitud de onda que mata los virus pero es segura para los humanos y los animales con los que entra en contacto.
Evidentemente, y conviene especificarlo, el poder de higienizar espacios depende de muchos factores: altura, punto de irradiación, factores meteorológicos: es necesario probar y desarrollar una solución de este tipo, que por el momento se considera especulativa, y no Ya ofrecen una solución. Listo pero una inspiración, una dirección en la que proceder.
Un sol urbano para espacios abiertos
El fundador del estudio, forma Roosegaarde, cree que esta solución podría volver a hacer posibles los encuentros en espacios abiertos desde que Covid se convirtió en una pandemia. "Podemos hacer que los espacios abiertos estén libres de virus en un 99,9 por ciento en minutos; la posibilidad de enfermarse o infectarse entre sí se reduce considerablemente", dijo.
Aunque Urban Sun no cura a las personas con el virus ni evita que las personas contraigan el virus en el futuro, puede brindar seguridad en lugares típicamente concurridos como estaciones de tren, escuelas y plazas públicas.
Urban Sun funciona cuando se coloca alto, como un mini sol. Desde allí puede iluminar un gran círculo de luz desinfectante en un espacio de abajo. “El objetivo no es decir que no necesitas vacunas o máscaras”, dijo Roosegaarde. "Urban Sun no cura el coronavirus, pero hace que las reuniones sociales en espacios abiertos sean más seguras".
Cómo se fabrica Urban Sun

El diseño de Urban Sun fue desarrollado en colaboración con científicos e investigadores de los Estados Unidos, Japón, Italia y los Países Bajos. Se basa en una investigación publicada en 2018 por la Universidad de Columbia y la Universidad de Hiroshima. La investigación muestra que, si bien la luz ultravioleta tradicional de 254 nm es dañina para los humanos, La luz UVC lejana con una longitud de onda de 222 nanómetros es segura. Y ambos son fatales para los virus.
La tecnología ya se está desarrollando para su uso en interiores. Boeing busca integrarlo en sus aviones para permitir viajes aéreos más seguros. Roosegaarde será el primero en probarlo en espacios abiertos: espera llevar Urban Sun a eventos a gran escala como los Juegos Olímpicos. En general, sin embargo, este "Urban Sun" podría utilizarse para crear espacios abiertos y de reunión más seguros en ferias y festivales (estoy pensando en el Salone del Mobile de Milán o la Feria del Libro de Turín).
El prototipo se mostró en la Somerset House de Londres.